Con un equipo de jugadoras resilientes, Cañeras se coronó en una final memorable del torneo de fútbol amateur de Las Cañas. Entre lágrimas y risas, Paula Jerez y María Emilia Villar celebraron su regreso tras largos períodos de recuperación, mientras que kia, la perrita de Carolina Sánchez, hizo de las suyas durante el triunfo 4-2 contra Derrape.
“Nosotras venimos jugando este campeonato hace siete años. Somos las que nos mantenemos siempre”, comentó Paola, destacando el esfuerzo de un equipo que supo renovarse con el tiempo.
La última vez que lograron el campeonato fue en 2019, pero desde entonces atravesaron un difícil período, marcado por lesiones que las mantuvieron fuera del campo.
“En 2022 me lesioné de ligamentos cruzados. Justo en ese momento, ella (María Emilia) también se lesionó. Estuvimos casi dos años sin poder jugar juntas”, relató Paula sobre el difícil camino de recuperación.
Sin embargo, el regreso al equipo se dio en el momento adecuado, justo antes de la final, un reencuentro que resultó en una victoria importante para ambas.
Tal es así que el equipo, a pesar de las caídas en finales anteriores, se mantuvo unido.
“Siempre se sumaban nuevas jugadoras, y aunque nos caímos en los últimos años, nunca perdimos las ganas”, destacó Villar.
El trabajo duro y la dedicación de todo el grupo fueron clave para que, finalmente, pudieran levantar el trofeo. “La vida, eso significa este campeonato”, aseguró.
Mientras Paula y María Emilia compartían su regreso a la cancha, otro capítulo paralelo se tejía en la final: el protagonismo de la perrita Kia.
Sánchez decidió traer a su mascota a la final como parte de una cábala. “Ella vino en las semifinales y dije, tengo que traerla para la final. Hice exactamente lo mismo”, comentó Sánchez sobre la presencia de kia, quien tiene cuatro años y siempre acompañó al equipo en sus partidos más importantes.
Sin embargo, lo que empezó como una tradición acabó convirtiéndose en un toque de humor durante el encuentro. “La perrita entró a la cancha cuatro veces”, comentó Sánchez entre risas.
kia, en su afán de estar cerca de Gabriela Sosa, una de las integrantes del equipo, no dudó en saltar al campo cada vez que encontraba una oportunidad. “Quería que la alzara, me saltaba, y yo tenía miedo de que la confundieran con una pelota”, dijo Sosa, mientras la situación se volvía un tanto cómica para las jugadoras y el árbitro. "Al parecer me quiere más que a la dueña", agregó.
A pesar de la interrupción, no hubo quejas por parte del equipo rival, y el partido siguió su curso, con kia siendo parte del folklore del campeonato. “No hubo queja, por suerte. Yo bromeaba diciendo que lo hacíamos a propósito para hacer tiempo, pero no, no fue así”, aseguró Sánchez entre risas.
Así, Cañeras consiguió un título más, dejando atrás los momentos difíciles y abrazando la victoria. Y, como en todo buen cuento de fútbol, kia, la perrita de Carolina, será recordada como una pieza clave en esa final que, más allá de la victoria, quedará marcada por la emoción, la superación y las anécdotas.