Son muchos los autores y especialistas de la salud que advierten que debemos entrenar nuestro cerebro para protegerlo del deterioro cognitivo. Cuanto más pronto comencemos a cuidar nuestra mente, menores serán los riesgos de sufrir enfermedades relacionadas con la falta de memoria.

En la búsqueda constante por mejorar la memoria y las funciones cognitivas, solemos recurrir a actividades como el ejercicio físico. Sin embargo, existen dos hábitos cotidianos que, aunque a menudo subestimados, ofrecen beneficios significativos para el cerebro.

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Dos hábitos para mejorar la memoria que hay que combinar por la mañana

Madrugar es uno de los hábitos más beneficiosos, tanto para nuestra salud como para nuestro desempeño diario. El comenzar el día desde temprano nos ayuda a ser más productivos, a la vez que incrementa el optimismo, el buen humor y el rendimiento laboral y académico. Mientras que incluso puede ser ventajoso para nuestra salud cognitiva si combinamos dos actividades bastante convenientes.

Según un estudio de los profesionales de la Fundación ACE (Alzheimer Center), “la lectura ejercita la concentración, la atención, la memoria y la capacidad de visualización y constituye una herramienta clave para prevenir el alzhéimer y otras formas de demencia” ya que leer por las mañanas puede ayudar a despejarnos y comenzar el día con mayor claridad.

De acuerdo con el organismo, el simple ejercicio de leer permite que preservemos las habilidades cognitivas, mientras reducimos el estrés. Además, nos ayuda a incrementar la reserva cognitiva, algo que explica cómo el cerebro puede compensar y tolerar los cambios sufridos por ciertas patologías. “Esto permite que las personas mantengan sus habilidades cognitivas a pesar de cambios en el cerebro asociados a la edad o enfermedades neurodegenerativas”, explican los especialistas.

Además, Jim Kwik, entrenador personal y coach, desarrolló hace unos años una rutina matutina para mejorar la memoria. En ella destacó la importancia de un buen desayuno en el que incluye el “té del cerebro”. 

Se trata de una bebida natural hecha a base de gingkgo, centella asiática, melena de león (un hongo comestible muy aplaudido en medicina natural que está considerado el eje intestino-cerebro y que contiene prebióticos) y aceite de coco. La melena de león, el hongo natural, está demostrada como ayuda para prevenir algunas enfermedades relacionadas con la memoria.

La importancia del sueño en la consolidación de la memoria

El sueño desempeña un papel crucial en la consolidación de la memoria. Durante las fases de sueño profundo, el cerebro procesa y almacena la información adquirida durante el día, facilitando su recuperación posterior. Según un estudio publicado en la revista Nature Reviews Neuroscience, el sueño contribuye a la reorganización de las conexiones neuronales, fortaleciendo las memorias recientes y facilitando el aprendizaje.

Además, la falta de sueño puede afectar negativamente la capacidad de concentración y el rendimiento cognitivo general. La Fundación Española del Corazón destaca que dormir entre siete y ocho horas diarias es esencial para mantener una buena salud cerebral y prevenir enfermedades neurodegenerativas.

Para aprovechar al máximo los beneficios del sueño en la memoria, es fundamental adoptar hábitos que promuevan un descanso de calidad:

- Mantener una rutina de sueño regular: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico.

- Crear un ambiente propicio para dormir: asegurar que la habitación esté oscura, silenciosa y a una temperatura adecuada favorece el descanso.

- Limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir: la luz azul emitida por pantallas puede interferir en la producción de melatonina, la hormona del sueño.

- Evitar comidas copiosas y estimulantes: consumir alimentos ligeros y evitar cafeína o alcohol antes de acostarse mejora la calidad del sueño.