Durante las vacaciones, dejamos atrás la rutina, el trabajo y las actividades diarias para lograr una desconexión total. Sin embargo, hay algo de lo que nunca debemos desconectarnos: el cuidado de nuestra piel.
Llegó el verano. La presencia del sol se hace notar, entrando en escena a las primeras horas de la mañana y ocultándose luego de una ardua jornada. Y aunque todos aman el bronceado veraniego, es imprescindible tener ciertos cuidados para prevenir efectos negativos o incluso enfermedades en nuestra piel.
Hábitos simples que te ayudarán a tener una piel saludable en el verano
Mantener tu piel siempre hidratada: una buena rutina dermatológica es imprescindible para cuidar el cutis. Los rayos UV afectan nocivamente la capa externa de la piel por lo que su capacidad para retener humedad se ve notablemente afectada, generando manchas, quemaduras y resequedad.
Usar protector solar siempre: El protector solar en verano es algo que no se puede negociar. Recordá usarlo todos los días, reaplicándolo cada dos horas. Los dermatólogos recomiendan utilizar protectores solares con FPS (factor de protección solar) mayor a 30.
Nutrir la piel con una buena alimentación: Es indispensable comprometerse con el cuidado a través de la alimentación. Consumir frutas, verduras y tomar agua aportan una gran proporción de minerales, vitaminas, y antioxidantes que colaboran en la salud dermatológica de nuestro cuerpo.
Evitar la exposición durante los momentos de mayor exposición solar: Una forma de prevenir el daño solar es eludiendo el contacto con el sol cuando se encuentra en su punto más alto, por eso se recomienda evitarlo en los horarios de 10.00hs a 16.00hs.
Optar por prendas que te protejan de los rayos del sol: utilizá prendas de ropa y accesorios que eviten la penetración de los rayos del sol en la piel, por ejemplo, lentes de sol, gorras, sombreros o prendas largas de materiales ligeros.