Marta Lastenia Cossio debió reinventarse varias veces en su vida y siempre lo hizo con fe y optimismo. Ayer falleció de un infarto, pero dejó su huella en muchas personas, más allá de sus tres hijas y sus nietos. Su camino en LA GACETA comenzó en 1967 como secretaria privada de Enrique García Hamilton y a comienzos de los '80 pasó a la redacción, en tiempos en que era un hervidero de talento y propuestas creativas. 

Lastenia Cossio desplegó su periodismo en distintas facetas con la misma seriedad y vocación de servicio: desde coberturas de las visitas de Raúl Alfonsín o el papa Juan Pablo II a la actividad social y los consejos cotidianos en un suplemento dedicado a la mujer y al hogar.

En 1987, tuvo un punto de inflexión. Una meningitis la puso al borde de la muerte; la secuela fue una sordera. A una fallida cirugía de implante coclear le siguió una operación experimental en 1993 con buenos resultados. Aprendió a leer los labios y recuperó parcialmente la audición del oído derecho. 

ENFERMEDAD. En 1987, Lastenia Cossio padeció meningitis y al consecuencia fue una sordera. ARCHIVO LA GACETA

Un nuevo inicio para Marta

En su nuevo comenzar, reinterpretó la profesión y desarrolló proyectos para mostrar que tener una discapacidad no era el final. “Marta Lastenia te escucha” llegó a la radio (en Urbana ya había hecho antes “Mujeres en acción”) y en Imagen Cable Color y luego ATS tuvo su propio programa dedicado a instituciones y personas para darle “un espacio a los que no tienen espacio”. Recibió los premios San José, de la Municipalidad de la capital, PLA.M.ES y de R.C. &Asociados por su labor social y su ejemplo de superación.