En las últimas horas, un escándalo sacudió al fútbol español. Kike Salas, jugador de Sevilla, fue detenido por la Policía Nacional, acusado de estar involucrado en una trama de apuestas deportivas.

Un juzgado de Morón de la Frontera, ciudad de Sevilla de la que es oriundo Salas, abrió una investigación al defensor de 22 años y a otras dos personas cercanas a su círculo de confianza.

El Centro Nacional Policial por la Integridad en el Deporte y las Apuestas llevó a cabo la detención tras descubrir que el jugador habría provocado tarjetas amarillas en partidos de la Primera División para que personas próximas ganaran apuestas, ya que sabían de antemano lo que iba a hacer en el campo.

En concreto, se investigan varios encuentros de la pasada temporada del conjunto andaluz: hay alrededor de 30 partidos bajo sospecha. Salas recibió diez tarjetas amarillas, siete de ellas en las últimas nueve fechas. Tras declarar, fue puesto en libertad, aunque la investigación sigue adelante.