El uso intensivo del aire acondicionado en esta época del año es una costumbre en oficinas y en casas, donde está constantemente encendido día y noche, especialmente en las ciudades llenas de cemento que aumentan el calor sofocante.

“Cada estación del año tiene una relación particular con nuestro sistema respiratorio y si bien el verano supone menos inconvenientes, el abuso del aire acondicionado nos expone a cambios bruscos de temperatura y humedad en el aire que respiramos, así como a agentes infecciosos o alergénicos que podrían enfermarnos”, alertan desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

La institución médica afirma que “es un hecho que la falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los equipos, conlleva a la acumulación de partículas como pólenes, polvos domésticos y ácaros, y aumenta la posibilidad de afecciones al acumular gérmenes”.

“La vía aérea superior y la nariz tienen como objetivo calentar, filtrar y humidificar el aire que inhalamos, hecho que se vuelve más difícil en un ambiente acondicionado por un aparato, donde el aire se enfría y pierde humedad. Está claro que el abuso expone al cuerpo a mayor susceptibilidad para desencadenar, por ejemplo, dolor de garganta, rinitis, tos, broncoespasmo, sequedad de mucosas e infecciones”, agregan.

Para evitar o minimizar problemas, desde la AAMR difundieron recomendaciones para usar los acondicionadores sin dañar la salud. Con consejos de cuidado general y no tienen en cuenta los aspectos individuales; en el caso de sentir molestias se recomienda consultar al médico:

- Mantener y limpiar equipos y filtros al menos una vez al año, para disminuir la exposición a alérgenos y la acumulación de gérmenes

- Evitar la exposición directa al flujo de frío, teniendo en cuenta las horas del sueño, donde la exposición puede ser más prolongada y sin control

- Para ello, es importante utilizar la función sleep de los aparatos en caso de tenerla (permite que el equipo eleve la temperatura de forma gradual, se apague después de un tiempo determinado o cambie la velocidad del ventilador en un lapso específico)

- Realizar intervalos en los que el aire acondicionado esté apagado, para poder ventilar el ambiente y reducir la sequedad producida por su utilización

- Tratar de mantener la temperatura ambiente del lugar entre los 24 y 26 grados, ya que es la diferencia de temperatura con el exterior lo que provee mayor confort.

- Beber agua o jugos de frutas; esto no solo ayudará al organismo en general, sino que también facilitará la hidratación de las vías respiratorias.