No fue por correr, claramente porque la temporada de Fórmula 1 todavía no comenzó. Tampoco por estar envuelto en algún tema de relaciones amorosas. Esta vez fue por un motivo que dejó en claro la influencia de Franco Colapinto en las redes sociales. Por una publicación que hizo el piloto en su red social X (ex Twitter) ayudó a un jovencito que padece leucemia.
Nicanor, de 7 años, tiene cáncer y debe afrontar un tratamiento de 2 millones de pesos. Con ese argumento es que Martín Ponte, ex piloto en diferentes divisionales del país, empezó a hacer una colecta. Ponte nunca le entregó el dinero a la familia y nadie sabe dónde está. Eliana Insaurralde hizo la denuncia en el medio periodístico, Comodoro 24 de Chubut, provincia donde vive el pequeño.
Colapinto se hizo eco, con lógica indignación, sobre el hecho y posteó: "Ayudémoslo alguien tiene el teléfono de la madre?". “Ya no necesitamos nada”, le confirmó la mamá de Nicanor a diario deportivo Olé. “La gente nos ayudó mucho: nos dieron un departamento para quedarnos los cinco (papá, mamá, 'Nica' y sus dos hermanas) y tenemos auto para manejarnos”, explicó. Minutos después de la publicación de Colapinto se llegó a la suma que se necesitaba y un poco más. Nicanor comenzará mañana, en el Hospital Garrahan de Buenos Aires, el tratamiento de radioterapia.
¿Cómo fue la estafa?
Ponte, quien corrió en el Top Race, TC Pista y Turismo Carretera, luego se dedicó al periodismo en los medios y redes sociales. “Él me habla un lunes para ofrecer ayuda y me dice que como la gente confía en él, iba a poner su cuenta bancaria. Le dije que no, que ya había una cuenta de recaudación. A todo esto, supe que él antes había enviado a un grupo (de WhatsApp) pidiendo a 20 personas que cada uno tenía que poner 200.000 pesos para ayudar al tratamiento del hijo de un amigo. Y que él iba a devolver ese dinero en menos de dos meses. En una hora, dos horas, se juntó 600.000 pesos”, relató Insaurralde.
Hoy el Instagram del ex piloto está cerrado y no sube mensajes a X desde el 21 de diciembre. Nadie sabe nada de él. Lo que sí se sabe es que las redes sociales de Colapinto sirvieron para solucionar un gran mal generado por una persona del ambiente "tuerca", grupo que también colaboró -nuevamente- de manera invalorable.