Un joven motociclista denunció a dos empleados policiales del Servicio de Emergencias 911 por vejaciones, hurto y abuso de autoridad por haberlo acusado de delincuente y propinarle una golpiza, mientras lo amenazaban, tras haberse caído de su vehículo y solicitarles ayuda.

El violento episodio ocurrió el pasado 10 de enero, alrededor de la 1.50. A.P.L, de 20 años, iba conduciendo su motocicleta Honda Falcon cuando al llegar a la intersección de la avenida Siria y Chile perdió el control del rodado y se cayó al asfalto. “En ese momento él se levantó e inmediatamente se acercaron dos policías del 911. A.P.L les preguntó si podían llamar a una ambulancia y ellos, en lugar de auxiliarlo, comenzaron a agredirlo”, le informó a LA GACETA el abogado Agustín Monteros, quien representa a la víctima junto con Ricardo Fanlo.

Según la denuncia radicada en la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, los efectivos “primero lo golpearon salvajemente en todas partes del cuerpo, para continuar con una secuencia de torturas psicológicas apuntándole con un arma de fuego en la cabeza y presionándola sobre su rostro diciéndole que era un conocido delincuente de la zona y que lo matarían a golpes”.

Una vez finalizado el ataque, trasladaron al joven hacia la Brigada de Yerba Buena, pero al ver las lesiones que tenía lo liberaron y su padre lo llevó de manera particular hacia el hospital Carrillo, mientras era acompañado por un oficial de la Brigada. Luego de que los médicos lo revisaron fue enviado a la comisaría 5°. “La policía notificó una presunta resistencia a la autoridad a la Fiscalía de Delitos Criminales, pero desde el MPF no convalidaron la aprehensión y a las 9.30 su padre lo pudo retirar y llevar al hospital Padilla”, explicó Monteros.

Después de que A.P.L recibiera nuevamente atención médica y fuera diagnosticado con múltiples traumatismos en la zona de las rodillas, manos, pelvis, mentón y labios, su padre se comunicó con Monteros y Fanlo para ponerlos al tanto de la situación, y le recomendaron que buscara las cámaras de seguridad de la zona.

“Justo al frente de donde ocurrió el ataque funciona un drugstore que tiene cámaras y que en ese momento estaba abierto. Cuando fue a consultar le dijeron que no estaban en funcionamiento por lo que no tenían registros de la golpiza. Había otras cámaras de seguridad por la zona. En esos videos no se puede identificar quiénes son los policías pero sí se ve cuando A.P.L se cae, se para, llega la policía y el tiempo que lo tienen ahí. También conseguimos testigos que se van a presentar para dar fe de todo lo que han visto”, dijo Monteros.

En la denuncia, los abogados también informaron que durante la requisa el personal policial le habría sustraído al joven $100.000 que tenía en su billetera. El legajo de la causa se encuentra actualmente en la Fiscalía de Delitos Complejos de feria. “Es un abuso de autoridad tremendo. A.P.L es un chico bien, no tiene antecedentes ni causas penales; jamás había pisado una comisaría hasta esta situación”, manifestó el abogado del motociclista.

Por el momento, el padre de la víctima logró identificar a uno de los policías a raíz de una serie de averiguaciones, pero aún no pudo dar con el segundo atacante. “Ellos aparentemente estaban haciendo un recorrido en la zona, es decir que se los podría identificar en base a esa información. Ya hemos pedido que se realice una rueda de reconocimiento y al jefe de Policía que informe quiénes estaban de servicio esa noche y a esa hora”, dijo Monteros.