Es alentador ver que cada vez más espacios buscan ser inclusivos y accesibles para todos. Sin embargo, he notado que en muchos bares y restaurantes de Capital y también en el interior de la provincia, se construyen baños en el primer piso y que no están adaptados adecuadamente para quienes utilizan sillas de ruedas, muletas o tienen movilidad reducida como algunas personas de la tercera edad. Esto representa una barrera importante que limita la posibilidad de utilizar plenamente de estos espacios, además de contradecir normativas relacionadas con la accesibilidad universal. En muchos casos, suponiendo que un discapacitado pueda acceder a los baños faltan otros elementos básicos, como barras de apoyo y puertas amplias, para asegurar su uso cómodo y seguro. Estimo que las autoridades deberían realizar un censo en los establecimientos y en aquellos que no cumplan con los requisitos mínimos de accesibilidad otorgarle un plazo mínimo para que realicen los ajustes en los baños de su establecimiento para garantizar un acceso igualitario y digno para todos los clientes. Estoy seguro/a de que su compromiso con esta causa será muy valorado por la comunidad.

Juan A. González

San Juan 158 - Lules