A partir de un decreto publicado ayer en el Boletín Oficial, el Gobierno desreguló la exportación e importación de alimentos. El principal objetivo de la resolución es facilitar los controles comerciales e incentivar el comercio y la industria. Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, calificó a la medida como una “revolucionaria desregulación”.

“Buscamos alimentos más baratos para los argentinos y más alimentos argentinos para el mundo”, resumió el funcionario del gabinete de Javier Milei.

En lo que respecta a las importaciones, el Decreto 35/2025 establece que los alimentos con certificación en países de alta vigilancia podrán atravesar las fronteras de Argentina sin restricciones y serán automáticamente incorporados al Código Alimentario Argentino. Así, se eliminan las obligaciones de registrar y autorizar muestras, productos, establecimientos, depósitos, utensilios y envases que, según Sturzenegger, eran “32 hojas de trámites”.

Entre sus argumentos, el texto del decreto remarca que la medida busca evitar duplicar controles ya realizados en los países de origen, disminuir costos y agilizar los tiempos para los importadores.

“En los casos de importaciones desde países con los que rijan tratados de integración económica o acuerdos de reciprocidad, la Autoridad Sanitaria Nacional podrá también considerar satisfechas las exigencias de este Código, previa evaluación del sistema de control alimentario en cada país de origen”, se explica en uno de los enunciados del texto oficial.

Para el caso de las exportaciones, el ministro Sturzenegger explicó que se decidió levantar “todas las mochilas que le imponía el Estado a los productores de alimentos”. “De ahora en más, no se les pedirá nada, y solo estará para emitir los certificados que el productor le requiera por ser requerimientos del país importador”, enfatizó.