Un allanamiento por el robo de una moto en Tucumán dejó al descubierto un hallazgo alarmante: nueve ampollas de nalbufina, un opioide sintético similar al fentanilo y altamente adictivo. Este descubrimiento despertó la preocupación de autoridades locales y nacionales, poniendo en foco los peligros asociados a estas sustancias. Para entender más sobre el tema, LA GACETA habló con Carlos Damín, toxicólogo y ex jefe del Departamento de Toxicología del Hospital Fernández de Buenos Aires.

“El fentanilo pertenece a un grupo de opioides que incluyen medicamentos como la morfina, el tramadol y otros derivados. En Argentina, el fentanilo se usa desde hace más de 40 años en el ámbito médico, especialmente en anestesiología, pero su uso indebido puede ser extremadamente peligroso”, explicó Damín.

Alerta en Tucumán: descubren una droga relacionada con el "fentanilo zombie"

En países como Estados Unidos, el abuso de fentanilo ha causado una crisis de salud pública. “En 2023, se registraron 103.000 muertes relacionadas con su consumo. Aunque en Argentina no tenemos casos de abuso significativo, debemos estar alertas”, afirmó.

El toxicólogo señaló que las dosis excesivas pueden provocar desde euforia y relajación inicial hasta depresión respiratoria, coma y muerte. “Son medicamentos nobles y de gran utilidad médica, pero deben ser usados bajo estricta supervisión y no por más de 48 horas para evitar dependencia”, advirtió.

La nalbufina, el opioide hallado en Tucumán

Sobre la sustancia encontrada en el allanamiento, Damín explicó: “La nalbufina es un potente analgésico de uso hospitalario, administrado en pacientes postquirúrgicos. Sin embargo, su uso fuera de contextos médicos puede generar adicción y dependencia severa”.

Además, destacó la necesidad de un control riguroso de estos medicamentos: “Cualquier extravío o robo debe ser denunciado. Hay una trazabilidad estricta para evitar su desvío, y los anestesiólogos deben devolver las ampollas vacías a las farmacias”.

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¿Estamos ante un problema mayor?

Aunque el hallazgo genera alarma, Damín señaló que Argentina no enfrenta un problema generalizado con opioides como la heroína o el fentanilo en polvo, comunes en otras regiones del mundo. 

“El principal riesgo en nuestro país es el uso indebido de tramadol, que a menudo deriva en dependencia física. Sin embargo, debemos vigilar de cerca estos incidentes aislados para prevenir una expansión del problema”, concluyó.