El Santoral indica que este 23 de enero, los fieles seguidores de la Iglesia Católica recuerdan, entre otros, a San Ildefonso, a quien se distinguió por su gran devoción hacia la santísima Virgen María, Madre de Dios.

Para reconstruir su biografía, además de los datos contenidos en sus obras, disponemos principalmente del Beati Ildephonsi Elogium de San Julián de Toledo, contemporáneo suyo y segundo sucesor en la sede toledana.

Es patrón de la ciudad Zamora, en cuya Iglesia Arciprestal de San Pedro y San Ildefonso, reposan sus restos; de Toledo y de Herreruela de Oropesa, en la misma provincia, donde sus fiestas se celebran cada año con bastante fervor

¿Quién fue San Ildefonso?

Los relatos de la época indican que San Ildefonso nació en el año 606, durante el reinado de Witerico en Toledo. De estirpe germánica, era miembro de una de las distintas regias visigodas. Según una tradición que recoge Nicolás Antonio, fue sobrino del obispo de Toledo San Eugenio III, quien comenzó su educación.

Por el estilo de sus escritos y por los juicios emitidos en su De viris illustribus sobre los personajes que menciona, se deduce que recibió una brillante formación literaria. Según su propio testimonio, fue ordenado de diácono por Eladio, obispo de Toledo.

San Ildefonso desde niño se inclinó al estado religioso y estuvo muy vinculado al monasterio de Eladio, como él mismo recuerda al hablar de Eladio y como se deduce del De vir. ill. con el que pretende exaltar la sede toledana y quizá mostrar el papel privilegiado que correspondía al Monasterio Agaliense.

Fundó un convento de religiosas, dotándolo con los bienes que hereda y siendo elegido abad. Murió en el año 667, siendo sepultado en la iglesia de Santa Leocadia de Toledo y posteriormente trasladado a Zamora.

San Agatángelo: mártir, diácono y patrono de Elche

San Agatángelo, nacido alrededor del año 253 en Ancyra (actual Ankara, Turquía), fue un diácono cristiano y discípulo de san Clemente de Ancyra. Su vida estuvo marcada por la persecución bajo el imperio de Diocleciano, época de crisis y violencia contra los cristianos. Tras servir como legionario, se unió a la comunidad cristiana en Roma, donde fue bautizado por Clemente y nombrado diácono. La devoción y el vínculo de Agatángelo con Clemente los llevó a compartir un destino común de prisión, torturas y predicación en distintas ciudades del Imperio.

El viaje de ambos mártires fue una peregrinación de fe y sufrimiento que inspiró conversiones masivas, pese a los constantes tormentos a los que fueron sometidos. Su resistencia inquebrantable, incluso ante el uso de herramientas de tortura extremas, fue relatada en detalladas hagiografías que incluyen leyendas apócrifas sobre su martirio. Agatángelo fue finalmente decapitado el 5 de noviembre entre los años 303 y 310, mientras Clemente sufriría el mismo destino semanas después.

A pesar de su origen oriental, San Agatángelo fue proclamado patrono de la ciudad de Elche en 1683, aunque no hay pruebas históricas claras que lo vinculen con la antigua colonia romana de Illici. Los estudios hagiográficos señalan que su asociación con España surgió en el siglo XVII, cuando fue incluido en los repertorios locales de santos. La festividad de San Agatángelo se celebra en Elche cada 3 de febrero.

La figura de este santo continúa siendo un símbolo de fe y perseverancia para la Iglesia católica. La capilla de San Agatángelo en la basílica de Santa María en Elche es un espacio de devoción que rememora su sacrificio y legado espiritual, manteniendo viva su memoria en la historia religiosa de la región.

Otros santos


San Amasio

San Andrés Chong Hwagyong

Santa Aquila

San Clemente, obispo y mártir

Santa Emerenciana

San Mainbodo

San Severiano