A través de un mensaje escrito, dirigido al Foro Económico Mundial que se desarrolla en la ciudad suiza de Davos, el papa Francisco advirtió sobre el riesgo de que la inteligencia artificial (IA) se utilice "para avanzar en el paradigma tecnocrático" y llamó a gobiernos y empresas a "ejercer la debida diligencia y vigilancia en pro de la dignidad de la naturaleza humana".
El cardenal ghanés Peter Turkson leyó este jueves el escrito del pontífice, quien tiene dificultades para movilizarse luego de haberse caído la semana pasada, lo que le provocó una contusión en el brazo derecho.
En su texto, dirigido al profesor Klaus Schwab, presidente del Foro, el Papa remarcó "el don de la inteligencia, un aspecto fundamental de la persona humana, creada 'a imagen de Dios'". Para él, la IA fue diseñada para "imitar" esa inteligencia humana, lo que plantea una serie de preguntas y desafíos, crecientes "crisis de verdad", "importantes preocupaciones sobre su impacto en el papel de la humanidad en el mundo" y, sobre todo, sobre "las cuestiones éticas, la responsabilidad, la seguridad humana y las implicaciones más amplias de tales acontecimientos para la sociedad".
Si bien reconoce que la IA es "un logro tecnológico extraordinario", subrayó que imita "resultados asociados a la inteligencia humana" a través de una elección técnica, a diferencia del ser humano, que "no sólo elige, sino que en su corazón está la capacidad de decidir".
Según Francisco, el propio uso de la palabra "inteligencia" en relación con la IA "es inapropiado, ya que la IA no es una forma artificial de inteligencia humana, sino más bien un producto de ella" que debe utilizarse "correctamente".
Como cualquier otra actividad humana y cualquier desarrollo tecnológico, la IA debe ordenarse a la persona humana y formar parte de los esfuerzos para lograr "una mayor justicia, una mayor fraternidad y un orden más humano de las relaciones sociales, que son más valiosos que los avances en el campo técnico".
El peligro de la IA, según Francisco
El Papa también advirtió del "peligro" de que la IA se utilice para promover el "paradigma tecnocrático", para el que "todos los problemas del mundo pueden resolverse solo con medios tecnológicos". En esta concepción, señala Francisco, "la dignidad humana y la fraternidad están a menudo subordinadas a la búsqueda de la eficiencia, como si la realidad, la bondad y la verdad emanaran intrínsecamente del poder tecnológico y económico".
"La dignidad humana nunca debe ser violada en favor de la eficiencia. Los avances tecnológicos que no mejoran la vida de todos, sino que crean o aumentan la desigualdad y el conflicto, no pueden llamarse verdadero progreso. Por lo tanto, la IA debe ponerse al servicio de un desarrollo más sano, más humano, más social y más integral", aseguró.
Por último, llamó a gobiernos y empresas a que "actúen con la debida diligencia y vigilancia" para gestionar las complejidades de la IA a medida que su aplicación e impacto social se hacen más evidentes en todas las esferas sociales y cívicas con el paso del tiempo.