Mensajes, videollamadas, horas de análisis… El detrás de escena de la victoria de Los Pumas 7's en Perth, Australia, en la tercera fecha del Circuito Mundial tiene a Leonardo Gravano como uno de sus principales protagonistas. La operación de espalda del head coach Santiago Gómez Cora hizo que el ex fullback de Los Tarcos asumiera las funciones de entrenador principal en esta jornada.
“Era una responsabilidad muy grande, pero todo el staff hizo que la tarea fuera mucho más sencilla”, dice el tucumano, quien desde hace 12 años se desempeña como entrenador asistente del seleccionado y fue parte de los procesos de Andrés Romagnoli y Gómez Cora.
La obtención de la décima medalla dorada en la historia de Los Pumas dentro del Circuito Mundial, según Gravano, presentó varios desafíos. Los Pumas comenzaron con una victoria frente a Australia (31-26), que dejó ciertas dudas, y luego cayeron ante Estados Unidos (24-19). Los resultados obligaron al seleccionado a jugar partidos definitorios desde la tercera fecha, en la que enfrentaron a Sudáfrica (19-17).
“La derrota hizo que todos los partidos restantes fueran a muerte súbita. Había que ajustar cuestiones puntuales como el orden en defensa y mantener la paciencia en ataque. Eso nos complicó en los primeros partidos, pero nos repusimos en el momento justo y llegamos con mucha confianza a las instancias decisivas”, analiza el tucumano.
En cuartos de final, Los Pumas eliminaron a Gran Bretaña (27-14) y mostraron un gran nivel contra España (40-5). Así llegaron a la final, donde golearon 41-5 a los Wallabies. Este resultado posicionó a Argentina con 48 puntos en la tabla general, empatada con Fiji y España. La próxima fecha del Circuito Mundial será el 21, 22 y 23 de febrero en Vancouver, Canadá.
El tucumano cuenta que, pese a la ausencia de Gómez Cora, la mecánica de trabajo no cambió demasiado. Antes de salir hacia el estadio, mantenía una reunión con los jugadores y el head coach para planificar los partidos del certamen.
“Hacíamos ajustes partido a partido según las variantes que se presentaran. Así que no era tan complicado. Lo que sí, no estábamos conectados todo el tiempo. Era imposible comunicarnos con la cantidad de gente y ruido que hay en el estadio. Además, es muy difícil por lo dinámico del juego. Chateábamos o hablábamos antes y después de los partidos para coordinar el armado del equipo”, explica.
El tucumano admite que asumir el rol de entrenador principal implicó una mayor responsabilidad, aunque aseguró que dividió las tareas con Martín Gaitán. “No me hice cargo de todo, y me ayudaron mucho durante estos días. Eso hizo que todo fuera mucho más llevadero”, afirma.
Gravano, por otro lado, destacó que Los Pumas lograron mantenerse en la élite del seven gracias a la minuciosidad de los entrenamientos. La preparación se enfoca en los aspectos físicos, técnicos y mentales.
“Tenemos que encontrar la fortaleza necesaria para afrontar este tipo de desafíos, que implican entrenamientos, viajes, cambios de horario, alimentación y descanso. No podemos descuidar nada para que los jugadores rindan al máximo”, explica.
El entrenador asegura que la distancia de su familia es uno de los aspectos más difíciles de afrontar. En esta ocasión, la diferencia horaria de 11 horas complicaba las comunicaciones, aunque siempre encontraba un momento para conversar con sus seres queridos.
“Esa es la parte más difícil de este trabajo. En este caso, con 11 horas de diferencia horaria, estábamos súper desfasados. Pero siempre intento estar en contacto con ellos y encontrar el momento para hablar. Trato de compartir y ponerme al día con lo que hacen. También ellos me preguntan cómo estamos para afrontar el torneo. Eso hace que todo sea más llevadero. Los días de partido son muy complicados, pero siempre encontramos un momento para comunicarnos”, comenta.
De este modo, el tucumano se siente satisfecho con el trabajo realizado en tierras oceánicas y anhela que Los Pumas sigan haciendo historia en el Circuito Mundial.