Nadin Argañaraz, consultor económico y presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, analizó las posibles implicancias de la salida del cepo cambiario anunciada por el presidente Javier Milei. Durante una charla con LA GACETA, explicó los efectos que esta medida podría tener para el ciudadano común, además de hacer un análisis sobre otros temas clave de la economía argentina.
Durante la entrevista, Argañaraz comenzó describiendo el cepo cambiario como un mecanismo que restringe la libre compra y venta de dólares en el país. Dijo que aunque algunas restricciones se aliviaron en los últimos meses, el mercado no es completamente libre, lo que genera un mercado paralelo de divisas y distorsiones en la economía.
“Si se eliminan las restricciones de manera completa, la mayor demanda de dólares podría generar una suba en el precio de la moneda extranjera. Esto dependerá de cómo se maneje el proceso”, señaló.
Según el economista, el gobierno tiene como objetivo lograr estabilidad económica mediante un control estricto de los pesos en circulación. “Una gran cantidad de pesos en circulación podría generar presión sobre el dólar, lo que complicaría aún más la economía”, agregó.
En cuanto a la posibilidad de que la salida del cepo se adelante si se concretara un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Argañaraz explicó que el préstamo implicaría un ingreso de dólares frescos al Banco Central, lo que ayudaría a apaciguar la demanda de divisas. Este sería uno de los pasos del gobierno dentro de su programa económico, que busca consolidar la baja de la inflación y devolverle a la economía una mayor estabilidad.
La presión impositiva y el costo argentino
Otro tema que abordó Argañaraz fue la presión impositiva en Argentina. El gobierno nacional ha comenzado a tomar medidas para reducir algunos impuestos, como el caso del impuesto a los autos de lujo. Sin embargo, la discusión central está en el impuesto a las ganancias y los impuestos provinciales, como Ingresos Brutos, que se aplican al consumo de productos básicos.
“El costo argentino es un tema clave. Si Argentina tiene un costo de producción más alto que el resto del mundo, será muy difícil competir internacionalmente y más fácil que se importen productos del exterior”, advirtió el economista.
En este sentido, el gobierno decidió no devaluar el peso como solución, sino reducir la carga impositiva. Esto implica que, si se eliminan impuestos como el Impuesto País o el impuesto a los autos, las provincias deben hacer lo mismo para evitar que la carga tributaria recaiga nuevamente sobre los ciudadanos.
“Es crucial que haya coordinación entre los tres niveles de gobierno, ya que si el gobierno nacional elimina impuestos pero las provincias los aumentan, el esfuerzo fiscal no se reflejará en el bolsillo de los consumidores”, explicó.
Impacto de las políticas internacionales
Por último, Argañaraz reflexionó sobre los posibles efectos de las políticas internacionales, en particular las de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump. En este contexto, una posible revalorización del dólar y el ajuste de aranceles internacionales podrían generar una baja de precios de los commodities, lo que afectaría negativamente a los exportadores argentinos.
“Es probable que el gobierno ya tenga en cuenta estos factores externos en su programa económico y que esté preparado para reaccionar ante posibles shocks internacionales, como los derivados de las decisiones económicas de Estados Unidos”, concluyó el economista.