Estamos viviendo bajo la tiranía de la velocidad, de lo efímero, de lo superficial, de la inmediatez y de bilardismo resultadista. Tiempos que matan al retrucador interno que nos hace reflexionar. “Pensar”, el maravilloso arte de poner a funcionar los engranajes del bocho, hoy no tiene marketing. Parece que no vende ni tiene mercado.
Por eso, querido amigo, hoy te invito a prepararte un mate o algo más fuerte -mejor sin hielo- y a que pensemos juntos. Tratemos de descifrar el pensamiento filosófico que vengo intentando esbozar y del cual todos los domingos compartimos en LA GACETA. Hoy toca preguntarnos qué es y cómo se come: “La Era de la Humanidad Aumentada”.
Run.
Sería un acto irresponsable y cachafaz pretender hablar sobre mi filosofía sin hacernos preguntas e intentar buscar respuestas. El pensamiento filosófico, a diferencia de las matemáticas, es inexacto. Es una construcción que madura con el tiempo y nuestra experiencia. Como un buen queso M de Tafí. Es una pelea con uno mismo. Es cuestionar tus propias convicciones -como una suegra a tus proyectos trasnochados para cambiar el mundo-.
Pensar también es reconocer tus errores. Es escuchar y prestar atención al otro. Es poner en práctica los tres pilares que sostienen el presente y el futuro de la educación: la curiosidad-creatividad, el pensamiento analítico (lógica + sentido común) y el pensamiento crítico (tu capacidad de retrucar la realidad establecida).
¿Qué es la “Era de la Humanidad Aumentada" (EHA)?
Puf… ¡Cómo me cuesta encontrar una definición de “diccionario” a la EHA! Pero intentemos esbozar una:
La Era de la Humanidad Aumentada: Es un pensamiento filosófico tecno-humanista optimista (“P-F-T-H-O” diría apurado el hereje de la solemnidad Daniel Ravinovich). La EHA, postula que el ser humano tiene el potencial de convertirse en un “súper humano” gracias al avance exponencial de las ciencias impulsadas por la inteligencia artificial generativa y sus aliados.
El corazón de este pensamiento es que el individuo, definido a través de sus valores, creencias y haceres, sigue y seguirá siendo el centro de lo que muchos llaman la Quinta Revolución Industrial o, mal llamada, “Era de la Inteligencia Artificial”. ¡Guácale!
Decile NO a la “Era de la IA”
No amigo, no estamos en la era de la inteligencia artificial. No es un algoritmo, frío e inentendible, el rey de la cuadra. Sufro inútilmente cuando escucho “expertos” y/o aspirantes a gurús hablar con estos términos. Sin distinguir que la IA no es más que una herramienta. Recontra poderosa. Pero que generan un hype o histeria colectiva de que todo es WOW y de que todo cambia para siempre ¡YA!
¿Es más poderosa que las cuatro revoluciones industriales pasadas? Sí. Impactará mucho más que las profundas transformaciones que nos regalaron la máquina de vapor, la bombilla eléctrica, el microchip y el internet. ¿Por qué? Porque cada una representó a una de las cuatro revoluciones industriales. Pero la IA se diferencia en algo esencial: es una herramienta que tiene el potencial de ser una mímesis de nuestro pensar, crear arte, contar historias nuevas, emocionar, calcular y conversar. De una forma tan natural que nos hace dudar de si no es una entidad con conciencia (aclaro NO es una entidad con conciencia).
Por eso, reconozco mi error que, desde hace muchos años como consultor de empresas y dirección estratégica, sostenía que teníamos que prepararnos para la Quinta Revolución Industrial, la de la IA. No es la EHA una revolución industrial -aunque en los libros se la va a tratar así-. Es mucho más, es un “cambio de era”.
Como le bajo el precio, también le subo. Podríamos clasificar a la IA como otra revolución industrial pero sería un error semántico. Porque, no sólo es una herramienta que acelera a otras ciencias y artes. Sino que tiene ciertos componentes “humanizadores” que no tuvieron las otras que mencionamos. Y estos atributos ya están cambiando nuestra esencia, nuestra definición de Ser Humanos.
La IA Generativa escribe, habla, observa, pinta, dibuja, filma, calcula, recuerda, planifica, actúa, modifica, potencia, miente, se equivoca, chamulla. De una forma casi humana. Un cuento o una frase escrita por una IA y dirigida por el prompt (el pedido) de una persona puede generar una emoción y un impacto.
En ese sentido, nos dispara nuevas preguntas ¿es complemento y competencia? ¿aliada o enemiga? ¿Ying o Yang? ”¡¿Achicoco o achicaca?!” (gritaría sin sentido el gordo Rabinovich).
¿Es una amenaza o una oportunidad?
Vamos con la pregunta del millón y la respuesta de los centavos: ¿La IA con su mejora auto-recursiva exponencial es una amenaza o una oportunidad? La respuesta es cuántica (ja, estuve toda la semana con ganas de poner “QUAN-TI-CO” en un artículo”). Considera que es una amenaza, una oportunidad y ambas al mismo tiempo. Como los estados cuánticos de los quarks.
Team Amenaza:
Ojo, la IA tiene su lado oscuro. La EHA es optimista pero no ilusa. Si la usamos mal, tendremos un problema serio:
Desempleo: Si las máquinas hacen todo, ¿nosotros? IA está ya está reemplazando laburos repetitivos. Punto.
Sesgo: IA aprende de datos, si hay datos fuleros, IA fulera. Prejuicios en el chip, manipulación de los datos de entrada y de salida. Demonización de la IA yankee o china depende de quién venga.
Crimen y castigo: IA en malas manos: deepfakes (contenidos falsos dañinos), fake news (noticias falsas sesgadas), armas autónomas, espionaje... Peligrosa como clásico Tucumano con barra libre.
Team Oportunidad:
Pero pará, no todo es "achicaca". IA también es luz, esperanza, ilusión cuando es bien usada.
Productividad: chau tareas aburridas, trabajos “esclavizadores”, tendremos la oportunidad de dedicar más tiempo a crear, pensar, y trabajar por pasión y no por un sueldo.
Salud: IA está revolucionando la medicina a partir de la bioingeniería genética. Diagnósticos rápidos, expertos y precisos. Tratamientos hiper-personalizados. Fármacos veloces y potencialmente accesibles a todos. Cura para el cáncer, parálisis, discapacidades. Prolongación de la vida y mayor calidad de vida. Hablemos en unos años y me dirás si fuí muy ingenuo.
Explosión de las ciencias que nos acercarán a la naturaleza humana, a una vuelta al humanismo. No sólo la medicina se está revolucionando: la física, la astrofísica, la biología, la química, incluso la religión y nuestras creencias evolucionarán de una forma nueva.
La delegación de tareas automatizables y la redistribución del tiempo y las prioridades de la vida serán una enorme oportunidad para volver a las raíces de los filósofos clásicos griegos. Pero pensar, disfrutar y vivir no deberá ser sólo para una elite sino para todos.
IA "Cuántica"
IA no es blanco/negro, buena/mala. Las dos a la vez en superposición de estados:
Ambigüedad del beneficio laboral: Es tanto una amenaza a nuestro empleo pero también potencia nuestra productividad permitiéndonos hacer nuevas labores. Moneda de dos caras. Es un nuevo “gato de Schrödinger”.
Ética en Jaque: ¿Deshumanización o Re-Humanización? Nos obliga a repensar lo humano. Dilema ético: ¿Somos criaturas que estamos creando un potencial Ser superior? ¿Somos hijos de Dios ejerciendo de dioses?
Así que, querido amigo, no le tengamos miedo a la palabra "cuántico". En la EHA, la abrazamos. Porque entendemos que la IA, como la vida misma, es dual, ambigua, llena de contradicciones y posibilidades. Y en esa "cuanticidad" está su magia y su desafío.
Ahora bien, después de este "filo-mate" dominguero, te tiro preguntas: ¿Vos qué opinás? ¿La IA es más "achicoco" o "achicaca"? ¿Más amenaza o más oportunidad? ¿O será que es esa "cuántica" mezcla de ambas?
Me encantaría leer tus ideas y opiniones en los comentarios. Dejá tu retruque filosófico para que pueda pensar toda la semana. Esta nota la vamos a seguir el domingo que viene. Tratando de explicar porque en la Era de la Humanidad Aumentada estamos equivocados cada vez que decimos “inteligencia artificial” y profundizando aún más en sus capas. Ahora, cortá y andate a ver Les Luthiers en Youtube.
Fuentes
Les Luthiers ACHICORIA