Entre contratados, invitados y jugadores M20 con proyección de Pumitas, 45 jugadores integran el plantel de Tarucas, la franquicia del NOA con sede en Tucumán que disputará el Súper Rugby Américas.
Apenas un apellido se repite en la larga lista: Aguilar, cuyos portadores, Santiago y Joaquín, serán el único par de hermanos en compartir la primera experiencia del equipo de Álvaro Galindo en el certamen.
Santiago es el mayor. Con 26 años, el octavo tiene ya varios años en la Primera de Tucumán Rugby, equipo del que fue capitán la última temporada. Joaquín, por su parte, tiene 20 años y también juega de tercera línea, aunque en su caso, de ala. Para ambos será, además, su primera experiencia en el rugby profesional.
“Es una alegría formar parte del equipo junto a mi hermano”, expresó Joaquín, que forma parte del plantel como invitado. “Ya el año pasado, que jugamos juntos en el club, fue un sueño. Tener esta posibilidad ni te cuento”, coincidió Santiago, uno de los 30 contratados por la Unión Argentina de Rugby (UAR).
Ambos comenzaron a jugar desde chicos en el “Verdinegro”. “Vivimos a cinco cuadras del club y la familia de mi papá vive en Marcos Paz hace mucho tiempo. No había manera de que fuera en otro club”, señaló Santiago entre risas. Y aunque la diferencia de edad fue un condicionante para que no jugaran juntos antes de 2024, cuando compartieron plantel en Primera, también hubo algunos otros factores que influyeron.
Santiago, de hecho, estuvo inactivo toda la temporada 2023 y parte de la 2022. ¿La razón? Una rotura de ligamentos cruzados. “Me lesioné sólo en un partido contra Los Tarcos. Tenía previsto un viaje de un año a Irlanda,y decidí hacerlo igual. Cuando volví, me operé en febrero de 2023 y todo ese año tocó transitar la recuperación mientras colaboraba con el club. Volví el año pasado y fue uno de los años en los que más minutos jugué”, relató Santiago.
Los hermanos Aguilar intentan aconsejarse mutuamente
Santiago y Joaquín aseguraron que la relación entre ambos es muy buena. “Nos llevamos de 10. Como hermano mayor, siempre trato de enseñarle y de aconsejarlo en lo que pueda, pero siempre dejando que transite su camino y que se choque con las paredes”, explicó Santiago.
“Siempre buscamos que cada uno aprenda del otro y tratamos de sacar lo mejor de cada uno”, sostuvo Joaquín, que aseguró que su hermano, efectivamente, cumple la función de guía y consejero. “Lo escucho mucho, aprendo un montón de él. Tiene varios años en Primera y muchas cosas vividas. Me aporta un montón”, agregó.
Las chicanas, por supuesto, también son moneda corriente. “El año renegamos un poco, nos retamos bastante”, dijo Joaquín sobre el primer año que compartieron plantel. “Tengo mejor carácter que mi hermano”, retrucó Santiago entre risas, casi achacándole la responsabilidad por cualquier conflicto a su hermano. Todo, claro está, en tono jocoso, de buena onda y distendidos.
En lo que también coinciden ambos es en cómo tomó su familia la chance de que puedan tener juntos sus primeras experiencias en el rugby profesional. “Mi padre es un apasionado por el deporte, y mi vieja acompaña mucho pero no entiende. Lo sufre un poco por los golpes. Hay mucha felicidad; están muy contentos por la oportunidad que nos toca”, sostuvo Santiago. “Todo el tiempo quieren saber qué hacemos, pero están muy contentos”, acotó Joaquín.
La ilusión de los hermanos Aguilar
Más allá de lo que significa compartir equipo, los hermanos remarcaron lo importante que es el hecho de tener su primera experiencia profesional en el rugby.
“En lo personal es un sueño cumplido, siempre lo tuve en mi cabeza. Que sea en Tucumán significa mucho más”, aseguró Santiago, que reveló que cuando, a principio de 2024, empezó a rumorearse la posibilidad de la franquicia tenía el foco en otra parte. “Me había focalizado en los estudios (está a cinco materias de recibirse de ingeniero agrónomo) y en el club porque me había tocado ser capitán”, recordó.
“Uno siempre se entrena para estar. Es una alegría y un orgullo formar parte. Uno siempre está preparado para esto”, dijo a su tiempo Joaquín.
Ambos destacaron el grupo humano que se formó en Tarucas. “Hay mucho compañerismo, es un lindo grupo. Tenemos muchas ganas de llevar a los chicos de afuera a conocer la provincia; ya fuimos un grupo a El Cadillal a pescar y también a Tafí”, contó Santiago. “Formamos un lindo grupo humano. Más que un equipo, somos un grupo de amigos”, sumó Joaquín.
Pero, además de las relaciones fuera de la cancha, la intención es que ese buen vínculo se traslade a lo deportivo ya que hay grandes expectativas con la participación de Tarucas en el Súper Rugby. “Pensamos en dar lo mejor. Sabemos que somos el equipo nuevo pero vamos a dar lo mejor. Trataremos de dejar lo más alto posible a Tarucas”, anticipó Joaquín.
Por supuesto, los hermanos tienen también sus propias metas personales. “Quiero jugar lo máximo posible, tener muchos minutos y después volver al club y mostrar todo lo aprendido para poder llevarlo a lo más alto. Creo que esto va a ser bueno para el rugby tucumano”, analizó Joaquín.
“Mi objetivo es ser una persona que salga completamente vacía, que no me pueda reprochar nada. Quiero aprovechar esta posibilidad al máximo, tratar de jugar la mayor cantidad de partidos y salir satisfecho conmigo mismo”, reflexionó Santiago, que también aseguró que intentará aportar liderazgo y experiencia a un plantel bastante joven.
Para buena parte del plantel de Tarucas, este Súper Rugby Américas implica su primera experiencia en el rugby profesional. En ese grupo se cuenta a los Aguilar, cuyas expectativas son directamente proporcionales a la emoción de su familia, que estará en las tribunas de “La Caldera del Parque” en cada partido de local viendo a Santiago y Joaquín cumplir su sueño.