La mala circulación puede ser un signo de preocupación tanto a nivel estético como para la salud. El estilo de vida, el peso corporal y la edad son factores que pueden influir en los problemas en el sistema de transporte de la sangre y las consecuencias van desde las venas y arterias inflamadas, conocidas como várices que pueden tener efectos en el aspecto de nuestras piernas, hasta el adormecimiento y las úlceras, por lo que combatir estas dolencias se vuelve apremiente. Una vitamina puede ayudar a combatirla.

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Los problemas de circulación pueden afectar principalmente a las piernas y pies. Allí pueden presentarse las conocidas venas varicosas o "várices" así como otros síntomas como manchas en la piel, hinchazón en las extremidades, piel agrietada, úlseras, dolor o malestar pélvico, adormecimiento, pies inquietos entre otras muchas consecuencias. 

¿Cuáles son las recomendaciones para mejorar la circulación sanguínea?

Entre las recomendaciones de los especialistas para tratar esta afección, el ejericicio de bajo impacto como caminar o andar en bicicleta estática pueden ser sumamente beneficiosas. Así también mantener un peso saludable y usar medias de compresión puede ser de gran ayuda. Pero además, aquello que incluimos en nuestra dieta también colaboraría econn nuestra salud. 

El Instituto Moderno del Corazón y Vascular recuerda que las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo y algunas pueden contribuir a prevenir las várices, puesto que favorecen la circulación sanguínea y evitan su aparición. A través de diferentes estudios, los expertos afirman que la vitamina B3, vitamina E, vitamina C y vitamina K ayudan a prevenir la aparición de várices.

¿Por qué estas vitaminas ayudan a la circulación de la sangre?

- La vitamina B3 contribuye a fortalecer los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo. Se puede encontrar en alimentos como la remolacha, lentejas o pollo, los cuales pueden ser consumidos al almuerzo o cena frecuentemente.

- Por su parte, la vitamina C, además de ser crucial para el fortalecimiento del sistema inmunológico, ayuda a evitar la formación de coágulos, por lo que su inclusión en una dieta de personas con venas várices es fundamental. Este nutriente está presente en frutas como naranjas, mandarinas, limones y kiwi, los cuales pueden consumirse en rodajas o en jugos.

- La vitamina E es conocida por su capacidad de ensanchar los vasos sanguíneos y prevenir coágulos. Alimentos como el tomate, almendras y nueces son ricos en esta vitamina, y también pueden consumirse a diario.

- Por último, la vitamina K es fundamental para la coagulación de la sangre y para oxigenar venas, órganos y arterias. Se encuentra en las espinacas, lechuga y aceite de oliva, uno de los más recomendados por los expertos para cocinar y mantener una salud óptima.

Estos nutrientes fortalecen y protegen los vasos sanguíneos, además de mejorar la circulación sanguínea, lo que puede disminuir riesgos como la hinchazón e inflamación. Para aquellas personas que padecen várices, se recomienda consultar con un especialista en flebología para recibir el tratamiento más adecuado y evitar complicaciones adicionales en la circulación sanguínea.