“Recambio turístico: la  terminal parecía un hormiguero”, nos decía LA GACETA, en relación al movimiento de llegadas y salidas de colectivos a nuestra descuidada, desordenada y destrozada terminal de ómnibus, que a gritos pide urgente remodelación, mantenimiento, modernización y poner en condiciones todo el edificio; o en el peor de los casos, construir una nueva terminal en terrenos nuestros, de nuestro ferrocarril y de nuestra provincia, que bondadosamente nos lo regalaron los porteños, y con fondos del Gobierno nacional, ya que son tan buenitos con nosotros y nos están por arreglar el Aeropuerto. Si la memoria no me falla, el ex gobernador Palito Ortega, por un sistema de concesión de 20 años, hizo construir la nueva terminal, no sé cuántos años pasaron, pero el deterioro se lo ve en los pocos asientos sanos que existen. En horas tempranas me llamó la atención la cantidad de guardiacárceles que viajan a Benjamín Paz,  que se entremezclan con los otros viajeros. ¡Señores! El portal, el frente de la casa, es lo primero que ven y comprueban los turistas o visitantes, y son las terminales de colectivos. De allí deducen qué clase de gente somos; le lavemos la cara y le demos una pintada, será “más mejor”.

Francisco Amable Díaz 

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