Especialistas y aficionados dedicaron su noche de anoche a observar el cielo. Es que la alineación planetaria en su máximo esplendor estaba anunciada para las últimas horas del viernes, motivo por el que miles de miradas se dirigieron al cielo durante horas de ayer.

El insólito "desfile planetario" ocurrirá hoy: cómo ver la alineación de los siete planetas

Marte, Júpiter, Urano, Venus, Neptuno, Mercurio y Saturno se posicionaron en una línea casi recta a una distancia lo suficientemente cercana a la Tierra como para poder divisarlos: en algunos casos, a simple vista; en otros -los menos-, con telescopios y herramientas de visualización.

Cómo se vio la alineación planetaria

"Vemos el recorrido de los planetas como en una pista de carreras, desde la perspectiva de nosotros mismos como uno de los corredores. Cuando se observa de perfil, este disco se ve como una línea, que denominamos eclíptica", explicó la NASA.

Aunque popularmente este fenómeno se conoce bajo el término "alineación", realmente los planetas nunca forman una línea recta, sino que se trata de una ilusión óptica desde la perspectiva de la Tierra. Por otra parte, aunque las alineaciones no son tan extrañas, lo peculiar de esta ocasión fue el número de planetas que pudieron verse en línea.

El observatorio Planetario Galileo Galilei explicó al respecto: "los planetas no pueden alinearse en el sistema solar". Sin embargo, el fenómeno se dio porque "los planetas en cualquier momento del año, siempre se encuentran cerca de una línea imaginaria llamada eclíptica".

Cuándo habrá una nueva alineación planetaria

La doctora Mónica W. Blanco Cárdenas, astrofísica y divulgadora científica, expresó que la presencia de siete planetas vistos desde la Tierra al mismo tiempo no volverá a ocurrir hasta el año 2492, según citó la revista National Geographic.

Quienes quisieron hacer la observación debían tener en cuenta que, dependiendo del punto en que se encontraran, tendrían más o menos dificultades para ver los siete planetas. Saturno y Mercurio, por ejemplo, quedaron bajos y cercanos a la puesta del sol. Urano y Neptuno tampoco fueron visibles a simple vista.