Marguerite Yourcenar fue una de las escritoras más respetadas en lengua francesa en el siglo XX. Marguerite Cleenewerk de Crayencour, tal su nombre completo, fue la primera mujer en ingresar a la academia de letras de Francia. Su novela más famosa fue “Memorias de Adriano”. En realidad, era de origen belga, nacida en 1903; y su madre falleció muy precozmente. Su padre, de familia francesa, asumió su educación y se convirtió en su mentor para que ella se instruyera y terminara siendo la gran literata que fue. También la ayudó para idear su seudónimo “Yourcenar”, que es un anagrama de su apellido Crayencour, sin la “C”. Novelista, ensayista, poetisa, dramaturga y traductora se nacionalizó estadounidense en 1947, y en 1951, después de 10 años de trabajo publicó su libro y obra cumbre “Memorias de Adriano”. Novela en la que recrea la vida y muerte de una de las figuras más importantes del mundo antiguo: el emperador romano Adriano. Una carta larga del emperador a su nieto adoptivo y futuro sucesor, Marco Aurelio. Obra maestra de la literatura moderna. Otros libros de ella fueron “Opus Nigrum” y “El tiro de gracia”. Si hacemos un paralelismo con nuestro Jorge Luis Borges veremos que ninguno de los dos fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, pese a que trascendieron más que muchos escritores. Vemos que ambos tuvieron por mentor a uno de sus progenitores eruditos -Borges, a su madre-. Los que saben dicen que Yourcenar es a la literatura francesa lo que Borges es a la de habla hispana. Extraordinarias plumas las dos. Pocos días antes del fallecimiento de nuestro más grande escritor ellos se encontraron en Ginebra (Suiza). Es famosa la anécdota en que ella le preguntó: “Borges, ¿cuándo saldrá del laberinto?” a lo que él le contestó, sin inmutarse y a su estilo: “Cuando hayan salido todos”. Una traducción de “Memorias de Adriano” al español fue magníficamente realizada por otro argentino, el escritor Julio Cortázar. Borges falleció el 14 de junio de 1986 en Ginebra donde fue enterrado. Marguerite Yourcenar pasó a la inmortalidad 18 meses después el 17 de diciembre de 1987 en Mount Desert Island (del condado de Maine al norte de los EEUU) casi al límite con Canadá: “su lugar en el mundo”. Allí reposan sus restos y su casa hoy es un museo permanente. El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer: ¡feliz día a todas las mujeres! Nuestro homenaje y saludo a ellas y, sobre todo, a las del siglo XX que, como Marguerite Yourcenar, supieron con su capacidad y empuje exponer su trabajo en un tiempo en donde a la mujer le costaba todo mucho más: escribir, estudiar, investigar, ser famosa, publicar un libro o simplemente trabajar. Marguerite Yourcenar pudo con todo ello y nos dejó su huella.

Juan L. Marcotullio

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