Investigadores de la Universidad de Cambridge lograron un hallazgo inédito al descubrir el mecanismo detrás de la aspirina que podría reducir la metástasis de algunos tipos de cáncer, proceso que es causa del 90% de las muertes por estas enfermedades alrededor del mundo.

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El estudio publicado en la revista Nature el pasado cinco de marzo fue considerado un avance en los tratamientos contra el cáncer al determinar que la aspirina, el conocido analgésico y antiinflamatorio podría disminuir la propagación de algunos tipos de cáncer, proceso conocido como metástasis. 

La metástasis, principal causa de muerte

En la metástasis, las células tumorales se despreden del tumor primario y se expanden a otros órganos. Esta es la causa del 90% de las muertes por estas enfermedades de todo el mundo y es el sistema inmunitario el que cumple un papel crucial en la lucha contra aquella diseminación. Sin embargo, las células cancerosas suelen encontrar formas de evadir esa esa barrera inmunitaria, lo que finalmente conduce a este fenómeno biológico que sigue siendo uno de los objetivos prioritarios de la investigación en cáncer. 

Ante aquel panorama, los científicos de la prestigiosa universidad británica se sumaron a los esfuerzos académicos por prevenir la metástasis. En sus investigaciones encontaron que la aspirina es capaz de reducir la aparición de metástasis en ratones, al permitir la activación de los linfocitos T, un tipo de célula inmunitaria, capaz de reconocer a las células tumorales.

La aspirina peud epotenciar el sistema inmunitario

La investigación surgió de manera fortuita cuando los científicos analizaban cientos de genes en ratones para identificar cuáles influían en la propagación del cáncer.

Uno de los hallazgos clave fue el papel del gen ARHGEF1, cuya activación suprime la capacidad de las células T para atacar células cancerosas.  Al investigar qué desencadenaba la activación de este gen, los investigadores identificaron una sustancia clave: el tromboxano A2 (TXA2), un compuesto liberado por las plaquetas en la coagulación sanguínea.

La aspirina puede reducir la prudcicón de TXA2

En el artículo se señala que es conocido que la aspirina inhibe la ciclooxigenasa 1 -enzima involucrada en la inflamación- en las plaquetas y reduce la producción de TXA2. "Se ha observado que esta reducción en TXA2 alivia la supresión de las células T, mejorando así su capacidad para combatir las células cancerosas metastásicas", indican los autores. 

El mecanismo descubierto explica cómo la aspirina puede liberar a las células T de la supresión provocada por TXA2, permitiéndoles identificar y destruir células tumorales. “La aspirina ayuda a las células T a atacar las células cancerosas liberándolas de una forma de supresión”, Rahul Roychoudhuri, inmunólogo del cáncer en la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio.

Aún queda por investigar

A pesar del notable descubrimiento que podría considerar a la aspirina como un tratamiento para prevenir la metástasis y conduir al desarrollo de medicamnetos más eficaces, los científicos advierten que, en algunas personas, la aspirina puede tener efectos secundarios graves. 

Se están realizando ensayos clínicos para determinar cómo utilizarla de forma segura y eficaz para prevenir la propagación del cáncer, por lo que las personas deben consultar a su médico antes de comenzar a tomarla.