Un nuevo episodio de violencia sacudió a Huracán. La interna entre las facciones de su barra brava escaló nuevamente y terminó en un enfrentamiento con armas de fuego en Nueva Pompeya. Ocurrió anoche, alrededor de las 23, frente a la casa de Claudio “Cone” De Respinis, líder de la facción oficialista José C. Paz. Según las investigaciones, el ataque fue llevado a cabo por el sector disidente, que busca desplazarlo del control de la tribuna.

El tiroteo tuvo lugar en la calle Corrales y quedó registrado en videos. Tras recibir llamados de los vecinos, la Policía llegó al lugar y logró identificar a los involucrados. Aun así, no hubo detenciones: los atacantes descartaron las armas antes de la llegada de los agentes, por lo que no pudieron ser imputados por posesión de las mismas. La causa quedó caratulada como “daños” debido a los impactos de bala en la vivienda de De Respinis y en los vehículos estacionados en la zona.

La Fiscalía Sur ordenó pericias sobre el domicilio y el auto en el que se trasladaban los atacantes, pero no se tomaron otras medidas. Esto deja abierta la posibilidad de nuevos enfrentamientos en el futuro.

El conflicto entre ambas facciones lleva más de un año. La barra oficialista, liderada por la familia De Respinis, controla la tribuna de Huracán desde hace casi tres décadas. La disidencia, encabezada por un grupo de la Villa Zabaleta bajo el mando de un barra conocido como “Gordo Pablo”, busca desbancarlos.

Uno de los incidentes previos ocurrió en la previa del clásico contra San Lorenzo, cuando ambos grupos protagonizaron una pelea dentro del estadio. La Policía intervino y detuvo a 60 barras, la mayoría de la facción disidente. Recientemente, se publicó una lista de derecho de admisión que impide el ingreso de estos detenidos a los estadios por períodos de dos a cuatro años, mientras que los integrantes de la barra oficialista no fueron sancionados.

El tiroteo de anoche fue protagonizado por seis miembros de la facción disidente, entre ellos Eric Suárez y Cristian Gualco, quienes recibieron las penas más altas de prohibición de ingreso. Junto a otros barras, se presentaron en la casa de De Respinis supuestamente para dialogar, pero la situación derivó en un enfrentamiento armado. Tanto la vivienda del líder de la facción oficialista como el vehículo de los atacantes recibieron impactos de bala.

¿Cuáles son las consecuencias para Huracán y los hinchas?

A raíz de este conflicto, el partido del miércoles contra San Martín de Formosa, por Copa Argentina, se jugará a puertas cerradas. Además, el sábado Huracán recibirá a Independiente Rivadavia, en un horario nocturno que podría favorecer nuevos incidentes.

La violencia entre estos grupos no es un hecho aislado. En 2024, un enfrentamiento en el carnaval de la avenida Caseros ya había puesto en alerta a las autoridades. Con el correr de los meses, la interna se intensificó debido a la distribución de entradas y beneficios económicos dentro de la barra. El conflicto recrudeció en julio, cuando la facción disidente exigió una mayor participación en los ingresos generados, pero la respuesta fue negativa.

El primer enfrentamiento con armas de fuego ocurrió en agosto, en la previa de un partido por Copa Argentina. La facción disidente se replegó tras ese episodio, pero la ventaja de la barra oficialista se consolidó cuando lograron tomar el control del Club Atlético Piraña, lo que les permitió sumar nuevos ingresos económicos.

Con el inicio de 2025, los conflictos volvieron a escalar. En el torneo de verano disputado en Uruguay, la facción oficialista acaparó las entradas y el transporte pagado por el club, lo que desató la indignación del grupo disidente. Desde entonces, la violencia se trasladó a las calles, con pintadas intimidatorias y enfrentamientos en distintos puntos de Buenos Aires.

El tiroteo de anoche marca un nuevo pico de tensión en la interna de la barra de Huracán, en un contexto donde los enfrentamientos se repiten con mayor frecuencia y donde, por ahora, la respuesta policial y judicial no parece frenar la escalada del conflicto.