El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, cargó contra el presidente, Javier Milei, al cuestionar el modelo de país que impulsa la administración libertaria. “Lo de Bahía Blanca es una masiva refutación acerca del país que nos quieren vender”, aseguró.

El mandatario bonaerense apuntó contra el modelo del “sálvese quien pueda” que -consideró- promueve la administración libertaria. Durante un acto en la localidad de Castelli, donde inauguró una escuela, Kicillof se refirió a la tragedia ocurrida en Bahía Blanca.

Cabe recordar que un temporal sin precedentes provocó inundaciones y dejó un saldo de al menos 16 muertos, además de cuantiosas pérdidas materiales. “Hubo una inundación, estuvimos inmediatamente ahí. Movilizamos recursos del Estado, después de los municipios vecinos, cada uno de los intendentes de todos los partidos políticos me llamaron”, señaló el gobernador. 

El día después en Bahía Blanca. FOTOS: LA NUEVA PROVINCIA

Además, Kicillof resaltó la llegada de bomberos voluntarios y el trabajo del personal de salud, que se vio afectado por la inundación de un hospital en la zona. Resaltó que la reacción ante la tragedia puso de manifiesto una diferencia de concepción sobre el rol del Estado y la sociedad. “Son épocas en las que hay una corriente de pensamiento a nivel internacional que dice que para que te vaya bien tenés que esforzarte, pero como si estuvieras en una selva, la supervivencia del más apto. Cada uno tiene que salvarse solo. Lo que pasó en Bahía Blanca llena de emoción porque estuvo el Estado, todos los ministerios, todos los intendentes, los laburantes, muchos trabajadores de la salud. Pero además, el pueblo, la sociedad, la provincia y la Argentina entera”, afirmó.

"El tipo de sociedad que queremos construir”

El gobernador bonaerense insistió en que la catástrofe movilizó la solidaridad de los ciudadanos, quienes se acercaron a ayudar de distintas maneras. “Recibí llamados de prácticamente todos los gobernadores de todas las fuerzas. Sé que fue una catástrofe sin precedentes, eso moviliza y hace reflexionar, pero también demuestra una diferencia de concepción y del tipo de sociedad que queremos construir”, aseguró. 

“Muchísimas donaciones que recibimos, gente con recursos que decidió colaborar, pero también muchos bonaerenses y argentinos que no les sobra y llamaron para ver qué podían aportar porque alguien la estaba pasando mal”, dijo.

“Es una enorme, universal, masiva refutación acerca del país que nos quieren vender. Yo creo que hay otro país, nuestro país real, que tiene que ver con nuestra cultura, nuestra historia de generaciones que ayudan a otras generaciones y que el valor más importante que tenemos es el de la solidaridad y el amor, no el odio, el insulto, el sálvese quien pueda”, remarcó.

La motosierra y el rol de Estado

El gobernador bonaerense también cuestionó el ajuste y la paralización de la obra pública impulsada por el ejecutivo nacional y recordó que en otro momento hubo otra administración que trajo recetas similares. “Vino un gobierno de motosierra. El de (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal fue de ajuste de motosierra, de ‘no hay plata’. No fue cero obra pública, pero fue poca y después parar todo, con lo que implica detener una obra”, criticó Kicillof.

Dijo que en la provincia de Buenos Aires “el actual gobierno paró 1.000 obras”. “El mensaje que quiero dejar es que acá en la provincia de Buenos Aires, por más dificultades que haya, por el corte de financiamiento del Estado nacional, no paramos las obras”, aseveró.

Kicillof reivindicó el rol del Estado y la solidaridad social frente a la crisis. “El país que queremos construir es uno donde la gente extienda la mano, no donde reine el individualismo. Lo de Bahía Blanca nos tiene preocupados y trabajando, pero también mostró lo mejor de nuestra sociedad”, precisó.