Nicolás Casas observa la cancha con gran atención. Cada acción del partido entre San Martín y All Boys lo mantiene al filo de su asiento. El jujeño, de 27 años, tiene el micrófono en la mano y vive cada jugada como si fuera la última. Esta vez le toca relatar para una radio partidaria del “Albo”, pero su voz es habitual en los duelos de Gimnasia de Jujuy, Altos Hornos Zapla y en la Liga Jujeña.
El joven es un ejemplo de superación para sus colegas: de niño fue diagnosticado con síndrome de Asperger, una condición dentro del espectro autista, pero eso no impidió que su voz encontrara un lugar en las cabinas de transmisión.
Mauro Osores agarra la camiseta de Claudio Campostrini, y Casas eleva el tono de voz para señalar el posible penal. Se pone de pie y respira profundamente una vez que Julián Ceballos apoya la pelota en el manchón de cal. El volante engaña a Darío Sand y lanza un remate que ingresa por el sector izquierdo del arco que da hacia calle Bolívar.
Casas grita a más no poder. Hace algunos comentarios en inglés y busca divertir a los seguidores de la transmisión. No es hincha del equipo de Mariano Campodónico, pero sabe que su voz debe vibrar como si lo fuera, y así lo hace.
Casas es gentil, creativo y divertido. Este año celebrará su décimo aniversario dentro de la profesión y está a punto de recibirse de licenciado en Comunicación.
El periodismo es sólo una de sus tantas facetas: también es cantante, actor y estudia el profesorado en inglés. Es un apasionado de todas las actividades que realiza, y muchas veces las combina en sus relatos. Es normal escucharlo lanzar algún verso de un hit musical o una frase en inglés.
El relator, según cuenta, está por primera vez en La Ciudadela. Para él, la visita al estadio de San Martín es un sueño cumplido. Recuerda que fue un asiduo seguidor del “Santo” de Carlos Roldán en la temporada 2006. “Que la gente me perdone, pero me siento muy feliz por visitar el estadio más caliente del país”, señala. También cuenta que aprovechó el viaje para visitar a una serie de familiares, quienes lo recibieron en la capital tucumana. Así, pudo hacer un poco de turismo y recorrer distintos puntos icónicos de la ciudad.
Casas siempre estuvo vinculado al mundo de la comunicación. Desde 2015, tras egresar del colegio Ipsel de Jujuy, se anotó en la carrera de periodismo deportivo en Deportea y pasó por diferentes radios de su provincia. Si bien disfruta de escribir crónicas y todo lo relacionado con el mundo gráfico, siente que el relato deportivo es su gran pasión.
“Escuché mucho a Julio César José, que relataba a Gimnasia de Jujuy en Primera. Otros referentes fueron Pedro Horacio Carrillo y Walter Saavedra, que son de mi provincia, pero al que más intento imitar es a Víctor Hugo Morales. Más allá de que tengamos ideologías políticas diferentes, que es una controversia hermosa, es un referente dentro del fútbol. Me acuerdo que lo escuchaba en la radio con mi abuelo”, cuenta, en relación a sus inspiraciones para ejercer la profesión.
El rol de relator le cayó casi por casualidad. Según recuerda, todo comenzó en un partido de la Liga Jujeña en el que estaba trabajando desde el borde del campo de juego. Como un compañero faltó, le pidieron que asistiera al relator principal como comentarista.
“Fernando Díaz, que era el productor de Radio Líder, me escuchó y me dijo que me iba a enseñar a relatar. Él fue mi primer maestro dentro de esto”, señala. El día del debut también fue especial para Casas. El plan no salió como lo tenía diagramado: no tenía voz porque había asistido a una guitarreada la noche anterior. “Fue horroroso, pero fue una gran enseñanza. Me había roto todas las cuerdas vocales”, cuenta.
En la previa al partido frente al “Santo”, Casas tenía muchas dudas respecto del ambiente en el estadio. “Pregunté si era peligroso, pero me dijeron que en cabina no pasa nada. Disfruté a pleno esta experiencia”, cuenta.
Casas, de este modo, disfruta a pleno de su profesión. Todavía tiene mucho camino por recorrer y espera seguir creciendo dentro del periodismo.