En la plaza Gramajo Gutiérrez, frente al Cementerio del Oeste, el sonido seco de las ramas al caer rompe la calma. No es una poda cualquiera la de este viernes. Se trata del histórico gomero, ejemplar que durante más de un siglo fue testigo del paso del tiempo, y que hoy empieza a cambiar.
Guillermo Olivera, director de Arbolado Urbano de la capital, supervisa la tarea con una mezcla de profesionalismo y respeto. “Estamos realizando una poda de acortamiento de ramas, eliminando principalmente aquellas secas que representan un peligro real para los vecinos. El árbol ya no las retiene: está en una etapa terminal”, explicó el profesional a LA GACETA.
El gomero fue declarado “árbol notable” en 2004, bajo la ordenanza municipal N° 3180, en una iniciativa conjunta entre la Municipalidad y la Sociedad Amigos del Árbol. “En ese entonces estaba vigoroso, con su copa frondosa y una presencia imponente. Pero hoy, 21 años después, ya no es el mismo. Está hueco por dentro, invadido por hongos y con partes que comienzan a ceder por sí solas”, detalló Olivera.
Pese al dolor que genera su estado actual, la decisión de intervenir no fue tomada a la ligera. Se convocó a especialistas, ONGs, la Estación Experimental Obispo Colombres, la Fundación Miguel Lillo y, sobre todo, a los vecinos. Hubo debates, resistencias, pedidos de no tocarlo. Finalmente, se acordó una poda del 25% de la copa, sin tala total.
Desde la Sociedad Amigos del Árbol se respaldó la medida con serenidad. “Tal vez sea la primera vez en Tucumán que se da un proceso de participación ciudadana tan amplio para decidir sobre un árbol. Esta experiencia nos deja una enseñanza: hay que mirar al arbolado urbano con mayor responsabilidad y anticipación. Si este árbol hubiera recibido asistencia hace 15 o 20 años, quizás el final habría sido distinto”, dijeron.
El gomero ya no puede salvarse, pero su base, como un monumento natural, quedará en pie. “No se va a extraer el tronco. Será un recuerdo tangible de lo que fue. Una forma de honrar su historia y de seguir aprendiendo”, concluyó Olivera.