La responsabilidad por el trabajo y la necesidad de cumplir con las metas y objetivos semanales hizo que muchas personas se volvieran casi adictas a su trabajo. Aunque este tipo de decisiones incrementan el rendimiento y el desarrollo profesional, puede tener consecuencias negativas tanto en la salud mental como física.

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La invasión de los espacios de la vida por el trabajo se va dando de forma progresiva. En principio, las personas sienten una especie de recompensa porque pueden cumplir con todos sus objetivos, lo que genera una sensación de satisfacción. Pero poco a poco el trabajo empieza a ingresar a la esfera personal, académica, social y otras. Así, llega un punto en que la persona reconoce no poder controlarlo más.

La adicción al trabajo, también llamada workaholism, puede generar sintomatologías complejas como el burnout, un estado en el que el trabajador no puede continuar desempeñando sus tareas con normalidad producto de una sobrecarga de actividades con las que se ve obligado a cumplir.

Señales de adicción al trabajo

Existe un límite entre la responsabilidad laboral y la adicción al trabajo. Este debe reconocerse para poner puntos que impidan al ámbito del trabajo ingresar o superponerse con otras áreas. “Los actos puntuales fuera del horario de trabajo no son adicción; en cambio, la dependencia continua de los dispositivos móviles o la prolongación continuada y diaria de las jornadas laborales pueden serlo”, explicó Juan Carlos Fernández Arias, especialista en psicología en Quirónprevención al medio Infosalus.

Algunas de las señales que indican que una persona está dedicándose demasiado a su trabajo son la concentración plena en el trabajo, la prolongación ed las horas de dedicación, la alteración en la vida social y familiar en función del trabajo, la incapacidad de prescindir de su actividad laboral frente a otras responsabilidades y la transformación del carácter en una personalidad con síntomas como ansiedad, depresión o irritación.

Cómo evitar la adicción al trabajo

Una de las soluciones que propone Fernández Arias es promover las conductas saludables, de salud psicológica y de eficiencia y productividad. Para ello pueden establecerse pautas y protocolos que guíen a los trabajadores y eviten que destinen más tiempo del acordado a sus tareas laborales.

Otra de las soluciones que plantea es pensar en el otro como en uno mismo, lo que explica del siguiente modo: “Si vos no querés trabajar sin límites horarios, no exijas a los proveedores que sí lo hagan. Si vos no querés que se atienda fuera de horario, no hagás que las personas que dependen de vos lo hagan”.