Cada 28 de abril, el santoral católico recuerda a figuras cuyas vidas fueron ejemplo de entrega, fe y compromiso. Entre ellos, destacan San Luis María Grignion de Montfort, San Pedro Chanel y Santa Gianna Beretta Molla.

San Luis María Grignion de Montfort (1673-1716) fue un sacerdote francés conocido por su profunda devoción a la Virgen María. Predicador incansable, escribió obras fundamentales como Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, que aún hoy inspiran a millones de fieles en todo el mundo. Su legado marcó un antes y un después en la espiritualidad mariana.

San Pedro Chanel (1803-1841), misionero y mártir, llevó el Evangelio a Oceanía. Su trabajo pastoral en la isla de Futuna, en el Pacífico Sur, le costó la vida, pero su martirio sembró una fe que perdura hasta nuestros días. Canonizado en 1954, es considerado el primer mártir de Oceanía y patrono de esa región.

Por su parte, Santa Gianna Beretta Molla (1922-1962) representa el testimonio contemporáneo de amor y sacrificio. Médica pediatra, madre de familia y mujer de profunda fe, Gianna ofreció su vida para salvar a su hija durante un embarazo complicado. Fue canonizada en 2004 por el papa Juan Pablo II, convirtiéndose en un símbolo de la defensa de la vida.

El 28 de abril se recuerda también a otros santos, como San Afrodisio, primer obispo de Béziers, y San Próspero de Reggio, entre otros. Cada uno, en su tiempo y lugar, dejó huellas profundas de fe y servicio.

Así, el calendario litúrgico de este día invita a mirar hacia estas figuras que, con distintos rostros y caminos, iluminaron su tiempo y siguen siendo faros de inspiración para el presente.