El celular se ha transformado en una extensión del cuerpo humano. Se usa para trabajar, comunicarse, entretenerse e incluso... acompañar en el baño. Pero lo que parecía un hábito inocente podría no serlo tanto. Un estudio revelado en la Semana de Enfermedades Digestivas (DDW) 2025 advierte que este comportamiento cotidiano podría estar relacionado con un problema de salud frecuente: las hemorroides.
La investigación evaluó a 125 personas que iban a realizarse una colonoscopia de rutina. Los especialistas observaron que quienes permanecen más tiempo de lo habitual en el inodoro -muchas veces por estar utilizando el celular- presentaban un 46% más de probabilidades de tener hemorroides.
El uso del teléfono móvil en ese contexto es más común de lo que se cree: dos de cada tres encuestados reconocieron hacerlo. De ese grupo, el 93% dijo que lo utiliza en el baño al menos una vez por semana, y más del 50% admitió que lo hace casi siempre.
¿Para qué se lleva el celular al baño?
Entre las acciones más frecuentes mientras están sentados en el inodoro figuran la lectura de noticias, la navegación por redes sociales y el envío de mensajes o correos electrónicos.
Si bien los investigadores aclararon que no se puede hablar todavía de una relación causa-efecto directa, sí señalaron una posible conexión entre el tiempo prolongado en el baño y el aumento de casos de hemorroides, lo que abre una nueva línea de análisis.
El diagnóstico se basó en observaciones clínicas y en los resultados endoscópicos realizados en el marco del programa de detección.
Por ahora, la advertencia es clara: quizás convenga dejar el celular fuera del baño. Aunque cueste.