En paralelo al cónclave que comenzará este miércoles en la Capilla Sixtina, donde 133 cardenales se reunirán a puertas cerradas para elegir al nuevo Papa, más de 900 religiosas de 75 países se congregan en Roma para reflexionar y rezar por el futuro de la Iglesia. La ocasión es la 23ª Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), que se desarrolla del 5 al 9 de mayo en el hotel Ergife Palace bajo el lema: “La vida consagrada: una esperanza que transforma”.
Lejos de ser una simple coincidencia en el calendario, este encuentro adquiere un fuerte simbolismo eclesial. Mientras se define el rostro del nuevo pontificado, las religiosas, en lo que algunos ya llaman “el otro cónclave”, debaten sobre cómo renovar la vida consagrada femenina en un mundo desafiante, a la vez que oran por el discernimiento de los cardenales.
Un espacio de escucha
La presidenta de la UISG, Hna. Mary Barron, superiora general de las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles, destacó que la asamblea busca profundizar el proceso sinodal mediante la metodología de la “conversación en el Espíritu”, impulsada por el Sínodo sobre la Sinodalidad. “Queremos generar un espacio real de escucha, discernimiento y compromiso”, afirmó.
Durante los días de trabajo, las religiosas abordarán temas clave como el testimonio profético, la vida comunitaria gozosa, el amor radical y la innovación valiente. Participan superioras de congregaciones de todos los continentes, incluidas voces de Indonesia, que por primera vez tienen presencia en este foro.
La Hna. Barron también tuvo un gesto histórico al convertirse en la única mujer en pronunciar unas palabras durante los novendiales —nueve días de duelo por el papa Francisco— en la Basílica de San Pedro. En el octavo día de Misa presidida por el Cardenal salesiano Ángel Fernández Artime, la religiosa rindió homenaje al pontífice fallecido: “Fue un pastor humilde, compasivo, lleno de amor sin límites. Supo acoger y valorar a las mujeres consagradas, haciéndolas participantes activas del camino sinodal”.
El legado de Francisco y la elección de su sucesor son temas que atraviesan, inevitablemente, esta asamblea.