Lagrimeo constante, picazón y goteo nasal, ardor leve y estornudos: un combo que puede tornarse insoportable, en particular, durante las épocas de mayor actividad polinizadora del año. Las alergias estacionales se dan por una exposición prolongada a sustancias y partículas suspendidas en el aire. Aunque muchas personas creen que no son tratables, es posible modificar hábitos para que afecten lo menos posible.

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Los sprays nasales con corticoides y los antihistamínicos son las herramientas que ayudan a dar batalla. Sin embargo, son medicamentos que se utilizan para tratar las alergias cuando ya aparecen y no en momentos anteriores para prevenirlas. Pueden presentarse con intensidad leve, pero en los casos más fuertes pueden ser incapacitantes.

Cortá de raíz las alergias estacionales

Según Mayo Clinic, hay técnicas cuya utilidad está comprobada para mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas. En primer lugar, se recomienda reducir tu exposición a los desencadenantes de tus síntomas alérgicos. Una de las claves es evitar el contacto con el exterior en los días de mayor polinización. Esto implica evitar salir cuando hay mucho viento, por ejemplo. También es útil quitarte la ropa que usaste en los exteriores y bañarte apenas regresás a casa para quitarte el polen de encima. La ropa no debe colgarse fuera de la casa, sino que debe secarse en los interiores.

Enjuagar las fosas nasales con solución salina también es una forma rápida y económica de evitar la congestión. Siempre debés usarla con la indicación de tu médico para que evalúe si hay alguna contraindicación. Si tus síntomas alérgicos son muy intensos e interrumpen tu ritmo de vida, es un indicador de que debés tratar con un otorrinolaringólogo o con un alergólogo.

Mantener el aire interior limpio para evitar alergias

Mayo Clinic sugiere usar aire acondicionado en tu casa y auto, siempre que se limpien los filtros periódicamente. Si tenés calefactores a presión, usá filtros de alta eficiencia. Mantené el aire interior seco con un deshumidificador y limpiá los pisos con una aspiradora que tenga filtro HEPA.

Si te resulta posible controlar la calidad del aire y, en particular, el nivel de polen, es conveniente hacerlo para tomar medidas los días en que haya indicadores mayores. Tomá un antialérgico antes de salir o antes de que empiecen los síntomas. Cerrá puertas y ventanas por la noche y evitá la circulación de aire exterior por las mañanas.