El futuro de Cristiano Ronaldo genera incertidumbre. A sus 40 años y con una temporada sin títulos, su continuidad en el Al Nassr está en duda. Aunque las conversaciones para renovar su contrato parecían encaminadas, se detuvieron inesperadamente. La situación interna del club saudí no es la mejor y se habla de posibles cambios profundos, lo que suma aún más dudas sobre el destino del astro portugués.
La tensión aumentó en las últimas semanas, especialmente tras una derrota frente al Al Ittihad. En ese partido, Cristiano Ronaldo abandonó el campo notablemente molesto, sin pasar por el vestuario. Si bien el delantero habría solicitado refuerzos para mejorar el plantel, incorporaciones como la del colombiano John Durán no lograron revertir el flojo desempeño colectivo.
El impacto del portugués en Arabia Saudita fue innegable. Tal como señaló el diario Marca, su llegada “multiplicó por diez la importancia del fútbol de Arabia Saudita”. Sin embargo, ese crecimiento mediático no se reflejó en lo deportivo. Desde su arribo, Al Nassr solo conquistó el Campeonato de Clubes Árabes en 2023, un título menor. Además, en un contexto donde los clubes pasan a manos privadas, la falta de logros deportivos puede afectar directamente la continuidad de proyectos ambiciosos.
En este escenario incierto, apareció un nuevo interesado por los servicios del goleador. De acuerdo a Marca, el entorno de Ronaldo recibió una “importante oferta” proveniente del fútbol brasileño. Si bien no trascendió el nombre del club, el medio aseguró que “lo que en un principio parecía un movimiento de mercado sin mayor recorrido, está cuajando en algo que se puede transformar en una oferta fuera de mercado y con importantes aportaciones de inversores ajenos”.
Obstáculos fuera del campo
Más allá del plano deportivo, las negociaciones con Al Nassr encontraron un escollo clave: lo fiscal. Según informó el medio portugués A Bola, al haber superado los dos años de residencia en Arabia Saudita, Ronaldo perdería beneficios impositivos, lo que derivaría en una solicitud de aumento para compensar ese cambio. Actualmente cobra 200 millones de euros al año, pero lo que se discutía era un nuevo contrato de 180 millones para el ciclo 2025/2026.
En paralelo, el delantero continúa persiguiendo sus objetivos personales. Lleva 935 goles en 1.275 partidos oficiales y quiere llegar a los 1.000. Además, apunta a disputar el Mundial de 2026, por lo que necesita mantenerse activo y competitivo. ¿Seguirá su camino en Medio Oriente o dará un inesperado giro hacia Sudamérica?