Con la llegada del invierno y las temperaturas bajo cero, muchas personas tienden a modificar sus hábitos alimenticios: aumentan el consumo de comidas hipercalóricas, se reduce la ingesta de frutas y verduras, y el cuerpo demanda más energía para mantener la temperatura corporal. Pero ¿cómo lograr una alimentación equilibrada que refuerce el sistema inmune y evite el aumento de peso durante la temporada más fría del año?

1. No descuidar frutas y verduras de estación

Aunque en invierno apetezcan más platos calientes, es fundamental mantener el consumo de vegetales como zapallo, zanahoria, remolacha o espinaca, y frutas como cítricos, manzanas y peras. Aportan vitaminas, antioxidantes y fibra para reforzar las defensas.

2. Priorizar preparaciones calientes y nutritivas

Sopas, guisos y cremas de verduras son opciones ideales para combatir el frío sin caer en excesos de grasas o harinas refinadas. Incorporar legumbres como lentejas, garbanzos o porotos agrega proteínas vegetales, hierro y saciedad.

3. Optar por proteínas magras

Carnes blancas, pescado, huevos o cortes magros de carne roja son fuentes de proteínas de calidad, esenciales para mantener la masa muscular y la energía en invierno.

4. No abusar de grasas y azúcares

Es común buscar consuelo en comidas calóricas como chocolates, facturas o frituras, pero el consumo frecuente de estos productos puede llevar a un aumento de peso y elevar el riesgo de enfermedades metabólicas. Reservarlos para ocasiones especiales ayuda a mantener el equilibrio.

5. Mantenerse hidratado

El frío reduce la sensación de sed, pero el cuerpo sigue necesitando agua para funcionar correctamente. Infusiones calientes como té, mate o caldos suaves pueden ser aliados para sumar líquidos sin esfuerzo.

6. Vitamina D y alimentos fortificados

Con menos horas de sol, el déficit de vitamina D es frecuente. Incorporar lácteos fortificados, huevos o pescados grasos como salmón y caballa ayuda a prevenirlo. Consultar al médico sobre la necesidad de suplementos también es recomendable.

7. Evitar el picoteo constante

Pasar más tiempo en casa suele llevar a comer entre horas. Mantener horarios regulares para las comidas principales y planificar colaciones saludables, como frutas, yogures o frutos secos, ayuda a evitar el consumo excesivo.