Probablemente te haya pasado de estar viendo una película desde el sillón y los bostezos comenzaron a acosarte. Decidís ir a la cama para continuar tu descanso en el lugar que se supone es el más apropiado, pero parece que el agotamiento desapareció por completo. Ahora, acostado en la cama y entre frazadas, luchás por conciliar el sueño. Pareciera que es más fácil quedarse dormido entre las incómodas dimensiones del sofá.
Cuáles son los cincos beneficios de dormir sin ropa, según la cienciaDesvelarse intentando dormir en la cama pero fácilmente quedarse dormido en el sillón pareciera un hecho completamente paradójico y quizás un juego de nuestra mente para hacernos pasar un extendido mal rato. ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué la cama parece el lugar menos indicado para dormir? Karol Uscamaita, neurólogo especializado en trastornos del sueño, afirma en el medio Business Insider que "este fenómeno está integrado en el ámbito del insomnio".
Los hábitos pueden estar detrás de la preferencia por el sillón
"Existen falsas creencias que nos hacen pensar que sabemos lo que nos va bien para dormir, cuando en realidad lo que fomentan son hábitos poco adecuados", dijo el especialista. Resulta que para la ciencia, nuestra facilidad para descansar en el sillón se debe a malos hábitos que hemos desarrollado.
El neurólogo explicó que hace años se decidió investigar tanto a personas con problemas para dormir como a personas que se duermen fácilmente. "Nos fijamos en las conductas de los 2 grupos de estudio".
Se descubrió que las personas con problemas para dormir han desarrollado malos hábitos que dificultan la tarea de descansar. "Por ejemplo, creen que dormirse antes en un lugar diferente a la cama luego les ayuda a conseguir el sueño rápidamente. Es una falsa creencia. No tiene base alguna. Por eso algunas personas tienen el mal hábito de quedarse dormidas en el sofá".
Detrás de esta conducta perjudicial se encuentran los hábitos con los que funciona el cerebro. "Por ejemplo, si una persona se habitúa a comer y cenar muy temprano, tendrá hambre mucho más temprano. Lo mismo ocurre con el sueño".
Un círculo vicioso
"Si alguien siempre se duerme en el sillón antes de la hora de dormir, el cerebro entenderá que, al estar en un lugar cómodo en un estado de inactividad, ya es el momento de dormir. En cambio, si luego esa persona se va a la cama, pero se pone a mirar el celular o a pensar, el cerebro interpreta la cama como un lugar de actividad y, por lo tanto, no es ideal para dormir", afirmó el especialista.
Este círculo vicioso se hace más y más fuerte y cada vez es más difícil de romper. "Es importante condicionar al cerebro para que considere la cama como un lugar exclusivo para dormir. Si te pones a pensar, a ver la tele o a ver el móvil, ya no se convierte en un lugar para descansar".
Cómo reeducar a nuestro cerebro
Después de cenar, es importante que solo realices actividades relajantes. Da igual el tipo que sean, pero no deben incluir ni los móviles ni pantallas de ningún tipo. Espera a que te entre el sueño, pero sin llegar a un nivel en el que te quedarías dormido en el acto.
"En ese momento, andá a la cama e intentá dormir durante 10-15 minutos como mucho", explicó el experto. "Si consigues dormirte en menos de un cuarto de hora, perfecto. Si no, sal de la cama y haz algo relajante en un sitio relajante (puede ser el sofá, pero no te duermas). Regresa a la cama cuando vuelvas a sentir somnolencia".
Tené paciencia porque este ejercicio no saldrá a la primera y, cuando lo tengas controlado, deberás repetir varias veces para reeducar al cerebro. De esta forma, le estarás diciendo: "cama = lugar relajante para dormir; sofá = lugar relajante para otras actividades", indicaron desde el medio citado. La disciplina valdrá la pena porque notarás que te dormís antes y que descansas mejor.