El misterio que envuelve a las majestuosas pirámides de Egipto y la Gran Esfinge cobró una nueva e intrigante dimensión. Recientes escaneos realizados por un equipo de científicos revelaron la existencia de un gigantesco pozo que se precipita bajo la base de la Esfinge, alimentando una teoría que, de confirmarse, podría reescribir por completo la historia de la civilización: la presencia de una antigua ciudad subterránea construida hace unos 38.000 años.

Hallaron una insólita inscripción que confirmaría quién construyó la Gran Pirámide de Egipto

La icónica meseta de Guiza, con sus pirámides y la Gran Esfinge, fueron durante mucho tiempo un símbolo de asombro por su precisión y escala, atribuidas a unos 4.500 años de antigüedad. Sin embargo, los hallazgos de estos investigadores italianos, citados por el diario británico Daily Mail, desafían esa línea de tiempo, sugiriendo que estos monumentos legendarios podrían estar asentados sobre estructuras mucho más antiguas y ocultas, que preceden a la historia conocida por decenas de miles de años.

Bajo la Esfinge hay algo más

Los investigadores italianos, quienes ya habían generado revuelo a principios de año con afirmaciones sobre vastas estructuras bajo la Pirámide de Khafre, ahora anuncian la identificación de un colosal pozo vertical y dos cámaras situadas debajo de la Esfinge. Estos hallazgos fueron presentados en la reciente Cumbre Cósmica en Carolina del Norte, un evento conocido por explorar teorías alternativas sobre la historia antigua.

Las exploraciones detallan un enorme pozo que está rodeado por una escalera en espiral, descendiendo desde el centro de la base de la Esfinge hacia dos estructuras cuadradas, una a 2.000 pies (unos 610 metros) y otra a 4.000 pies (unos 1.220 metros) de profundidad. Para Filippo Biondi, experto en radar de la Universidad de Strathclyde y coautor de la investigación, "Estos hallazgos respaldan firmemente la hipótesis de que la Meseta de Giza oculta un vasto complejo subterráneo, potencialmente indicativo de una extensa ciudad subterránea".

¿Una civilización olvidada?

Armando Mei, egiptólogo y también coautor del estudio, señaló que características subterráneas similares fueron detectadas bajo las tres pirámides principales, lo que sugiere un "plano arquitectónico unificado". Para Mei, "El descubrimiento prueba que la Meseta de Giza fue diseñada mucho antes de la era dinástica, posiblemente alrededor del 36.400 a.C., como sugiere mi investigación".

De confirmarse, estos hallazgos podrían reescribir dramáticamente la historia del antiguo Egipto, poniendo en tela de juicio la creencia arraigada de que las pirámides fueron construidas únicamente como tumbas reales. En cambio, insinuarían la existencia de una civilización olvidada con habilidades de ingeniería avanzada.

La evidencia y los desafíos

El equipo comenzó a trabajar en marzo, cuando anunciaron el hallazgo de cuatro enormes pozos y cámaras bajo la Pirámide de Khafre, utilizando una tecnología de sónar llamada Tomografía Doppler SAR. Esta técnica emplea radar satelital para detectar diminutos movimientos sísmicos, creando mapas 3D que revelan estructuras ocultas bajo la superficie. Es importante destacar que la tecnología de Tomografía Doppler SAR fue publicada en una revista científica revisada por pares.

Sin embargo, el trabajo más reciente de Corrado Malanga, Filippo Biondi y Armando Mei, que incluye los descubrimientos bajo la Esfinge, aún no fue publicado en una revista científica para la revisión de expertos independientes. Los investigadores tienen previsto publicar un estudio en 2026. Mientras tanto, arqueólogos convencionales han desestimado la labor de este equipo como "no científica y especulativa".