Pablo López vuelve a ser protagonista, esta vez por partida doble: no solo por su exitosa carrera musical, sino también por su reciente y discreta boda con Laura Rubio, su pareja desde hace años. La ceremonia, celebrada en la emblemática Basílica de Jesús de Medinaceli en pleno centro de Madrid, reunió a familiares y amigos cercanos, manteniéndose fiel al estilo reservado del artista.

Con el ‘sí, quiero’ ya pronunciado, la pareja comienza una nueva etapa de vida en común en un entorno que parece sacado de una película: su lujosa mansión en Boadilla del Monte, una de las zonas residenciales más exclusivas de la Comunidad de Madrid. Allí, entre vegetación, privacidad y elegancia arquitectónica, el músico malagueño ha diseñado su propio refugio creativo y familiar.

Una mansión de 3.000 m² pensada hasta el último detalle

Construida sobre una parcela de 2.888 metros cuadrados, la vivienda cuenta con 790 metros cuadrados edificados distribuidos en tres plantas. Valorada en torno a los 3,5 millones de euros, la propiedad fue ideada por el propio Pablo López, quien supervisó personalmente cada fase del proyecto para que reflejara tanto sus necesidades funcionales como su estilo personal.

El resultado es un hogar minimalista y moderno, caracterizado por volúmenes geométricos, líneas rectas y espacios abiertos, donde predomina la luz natural y los tonos blancos. Cada rincón respira simplicidad elegante, diseñada no solo para vivir, sino también para inspirar.

Música y vida en perfecta armonía

Uno de los grandes atractivos de la propiedad es, sin duda, el estudio de grabación privado que López construyó en una caseta independiente junto al jardín. Aislado acústicamente y equipado para la producción musical, este espacio le permite componer, grabar y ensayar sin salir de casa. Un verdadero santuario para un artista cuya vida gira en torno a la música.

En el interior de la vivienda, la pasión por la música se hace evidente: estanterías repletas de vinilos, guitarras, teclados, partituras y objetos personales que reflejan su identidad artística. Todo está dispuesto para mantener vivo ese flujo creativo que lo caracteriza.

Comodidad, privacidad y lujo

Además del estudio, la casa cuenta con una piscina privada, gimnasio, porche amplio, solárium y garaje con capacidad para varios vehículos. Los exteriores son tan funcionales como estéticamente cuidados, pensados para disfrutar tanto del relax como del bienestar físico.

En un vecindario de celebridades

La elección de Boadilla del Monte no es casual: la zona es conocida por albergar a muchas celebridades del deporte y la música. Entre los vecinos ilustres del cantante se encuentran Thibaut Courtois, portero del Real Madrid, y David Bustamante, colega musical y excompañero de Operación Triunfo.

Con su nueva vida matrimonial y un hogar que combina lujo, creatividad y tranquilidad, Pablo López parece estar viviendo uno de sus momentos más completos. Una mansión donde cada espacio, cada detalle y cada nota reflejan quién es y hacia dónde quiere ir.