El apellido André tiene peso propio y merecido en el universo sonoro de la trompeta. Tras la Segunda Guerra Mundial, el francés Maurice André construyó una carrera destacada europea que posibilitó que los intérpretes del instrumento tomasen el centro de la escena dentro de la escena de lo clásico y su hijo Nicolás -foto- tomó la posta con un recorrido autónomo, en el que reivindica la tradición familiar y le aporta su impronta personal.

Esta noche, a las 21.30 y en el Teatro Alberdi (Crisóstomo Álvarez y Jujuy), el músico francés será uno de los protagonistas de “Trompetas del mundo”, con un repertorio que recorrerá desde música academia hasta la popular, pasando por tangos de Ástor Piazzolla, folclore (incluyendo “Luna tucumana”) y composiciones de cámara. Estará acompañado por los trompetistas argentinos Fabricio Cortassa y Rubén Nieva, con Roberto Buffo al piano, Bernardo Efron en contrabajo, Jesús Canaviri al bandoneón, Nazareno Lechesi en guitarra y la Orquesta del Divino Niño, dirigida por Marcelo Ruiz.

Primera vez

“Es mi primera vez en Tucumán, donde ya estuvo mi padre en los años 80. Yo visité la Argentina a fines de los 90, pero no conocía la provincia. Es un orgullo poder tocar aquí en este bonito proyecto de intercambio cultural entre argentinos y franceses. Como podremos comprobar, la música es un idioma universal, sin fronteras, sin barreras y podremos compartir momentos de verdad estupendos con un repertorio diferente al que habitualmente interpreto”, le dice a LA GACETA.

André -quien el viernes actuó con la Orquesta Sinfónica de la UNT-resalta la importancia de generar esta clase de iniciativas y destaca su “placer de poder compartir momentos con otros músicos de distintas orquestas y en la masterclass que realicé; pude escuchar a jóvenes y talentosos trompetistas y otros menos jóvenes pero muy activos, lo que me permitió comprobar un nivel muy bueno en la provincia”.