A bordo del buque Falkor (too), más de 30 científicos argentinos exploran por primera vez uno de los territorios más desconocidos del planeta: el cañón submarino de Mar del Plata. Desde principios de julio, transmiten en vivo hallazgos inéditos a más de 3.000 metros de profundidad. Detrás de esas imágenes virales de criaturas traslúcidas y corales fósiles, trabaja un equipo científico multidisciplinario que cruza saberes tan diversos como el ADN ambiental, el modelado 3D, el carbono azul o la geología abisal.
Descubren un mundo sorprendente en el fondo del mar, a la altura de Mar del PlataLa expedición “Oasis Submarinos del Talud Continental IV” es liderada por el paleontólogo Daniel Lauretta, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Museo Argentino de Ciencias Naturales. Junto a él, viajan biólogos marinos, genetistas, geólogos, diseñadores 3D y especialistas en contaminación oceánica, representando instituciones científicas de todo el país. La misión, inédita en Argentina, es posible gracias a la colaboración con el Schmidt Ocean Institute, una organización sin fines de lucro que financia campañas científicas en todo el mundo.
Una de las grandes apuestas de la campaña es revelar la biodiversidad oculta en los cañones submarinos, ecosistemas profundos donde la vida florece en condiciones extremas. Para eso, el equipo utiliza el ROV SuBastian, un robot sumergible que transmite en tiempo real y permite observar sin perturbar.
Video e imágenes: Inéditos hallazgos en la expedición del Conicet a un cañón submarino de Mar del PlataLos encargados de registrar peces abisales, rayas, esponjas gigantes o pulpos cristal son investigadores del Instituto de Biología de Organismos Marinos (Ibiomar), de Puerto Madryn, y el Instituto de Investigaciones Marinas y Costera (Iimyc), de Mar del Plata. Allí trabajan científicos como Gregorio Bigatti, Martín Brogger y Ezequiel Mabragaña, especializados en fauna de profundidad. Desde la cubierta del buque, analizan el comportamiento, la morfología y hasta la pigmentación de especies nunca vistas vivas en su ambiente natural.
Más detalles
Pero no todo es .imagen. Un equipo especializado en ADN ambiental recolecta muestras de agua para analizar trazas genéticas y reconstruir la presencia de organismos invisibles al ojo humano. Esta técnica permite detectar larvas, microorganismos o animales huidizos, aportando una visión integral del ecosistema.
Al mismo tiempo, geólogos y ecólogos marinos estudian el carbono azul, es decir, la capacidad de los sedimentos profundos de almacenar carbono durante siglos.
Más allá del hallazgo de criaturas inéditas, la expedición es un ejemplo de cooperación entre provincias, disciplinas e instituciones públicas. Participan científicos y becarios de Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, La Plata, Ushuaia y Puerto Madryn, representando universidades nacionales y centros del Conicet. Muchos de ellos integran el Grupo de Estudios del Mar Profundo de Argentina (GEMPA), una red de investigación federal que nuclea a expertos en distintas áreas de las ciencias del mar.
Entre sus integrantes figuran: Noelia Sánchez, Valeria Teso, Jéssica Risaro, Renata Pertossi, Brenda Doti, Carla de Aranzamendi, Cristina Deamborenea, Graziella Bozzano, Nadia Cerino, Florencia Matusevich, Mariano Martínez, Nahuel Farías, Emiliano Ocampo, Ignacio Chiesa, Emanuel Pereira, Leonel Pacheco, Guido Pastorino, Rodrigo Calderón, Javier Signorelli y Diego Urteaga.
En el equipo colaboran investigadores foráneos, como Johanna Weston y Santiago Herrera, de Estados Unidos, que aportan experiencia en expediciones de aguas profundas.