La comunidad de “Friends” no se recupera completamente de la muerte de Matthew Perry. Incluso fue una gran pérdida para sus compañeros de elenco. De ellos, habló Jennifer Aniston, e hizo una cruda confesión y sostuvo que la adicción del actor les había dado una terrible y dolorosa sensación hace años.

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La desgarradora confesión de Aniston fue recogida por el medio estadounidense TMZ. “Su corazón roto por (la partida de) Matthew Perry no comenzó cuando él murió, empezó un buen tiempo atrás”, escribieron en el portal mediático a raíz de las declaraciones de la que fuera Rachel Green.

El luto previo de Jennifer Aniston por Matthew Perry

La relación conflictiva de Matthew Perry con las sustancias no se limitó a sus años expuesto frente a la presión mediática. De hecho, ya a sus 14 años inició su conflicto con el alcohol que lo acompañó durante todos los años de grabación de “Friends”. A temprana edad también se sumaron problemas con medicamentos opioides, en particular, a la oxicodona.

En la entrevista, Aniston confesó que ella y el resto del cast hicieron todo lo posible por acompañar a Perry durante los años que compartieron. Pero, su batalla contra las adicciones, fue tan brutal que sabía que nunca podría escapar a ellas. Esa fue la percepción que desató un duelo previo, incluso muchos antes de que Matthew falleciera.

“Se sintió casi como si hubiéramos estado duelando a Matthew por un largo tiempo porque su batalla con esa enfermedad fue una pelea dura de dar para él. Tan difícil como fue para el resto de nosotros y sus fans, hay una parte de mí que cree que esto es mejor– en un tono solemne–. Me alegra que ya no esté sufriendo”.

Las adicciones de Mathew Perry

Antes del episodio que lo mantuvo cinco meses internado, Perry ya había tenido una relación conflictiva con el consumo de Vicodin. En su autobiografía, “Friends, lovers and the big terrible thing”, contó que a finales de los 90 llegó a ingerir hasta 55 píldoras en un día, mezcladas con alcohol. “Cuando sos drogadicto, todo son matemáticas. Solo quería sentarme en mi sofá, tomarme cinco Vicodin y ver una película. Eso era el paraíso para mí”, sentenció.

En 2018, su salud se complicó por una ruptura del colon que lo dejó en estado de coma. Cinco meses después se recuperó pero debió tener una bolsa de colostomía por nueve meses más. Allí fue cuando empezó su consumo conflictivo de oxicodona.