“El Trasmontaña es la carrera más importante, y se corre con el corazón.” La frase la pronunció Hugo Marcantonio en “Fuerte al Medio”, la propuesta deportiva de LG Play, donde fue invitado para hablar de la gran fiesta biker que este domingo volverá a tomar los cerros tucumanos. En la charla, el múltiple campeón repasó sus 17 victorias, recordó anécdotas memorables y confirmó que, por primera vez en varios años, verá la prueba desde afuera.

La edición 2025 del Rally Trasmontaña de mountain bike -la competencia de cross country en parejas más importante y convocante de la Argentina- promete, una vez más, convertirse en un espectáculo de destreza, resistencia y pasión sobre dos ruedas. Serán miles los que se lancen a los senderos de San Javier, pero esta vez el “Eternauta” del mountain bike no estará en la línea de largada: compromisos familiares le impedirán ponerse el casco y pedalear.

Figura polifacética, empresario, cantante, deportista y familiero, Marcantonio lleva a Tucumán en la piel. Lo demuestra cada vez que puede, ya sea en el escenario, en un negocio o en las redes sociales. Y también sobre la bicicleta, con la que forjó una trayectoria que lo convirtió en uno de los competidores más experimentados y ganadores del Trasmontaña.

Su primera consagración fue en 1997, junto a José Dilascio. Desde entonces, sumó 17 victorias y formó una dupla inolvidable con Rodolfo “Vizcacha” López, con quien ganó 16 veces.

En “Fuerte al Medio”, Marcantonio explicó por qué el Trasmontaña significa tanto para él. “No sólo es la parte deportiva, sino que catapulta a Tucumán. Amo esta provincia, trabajé toda mi vida por ella. Los lugares que tenemos son maravillosos y la naturaleza es extraordinaria”, aseguró.

Ese vínculo lo llevó a componer la canción “Pasión Biker”, cuyo estribillo proclama: “Tucumán, capital nacional del mountain bike. Si llegaste aquí, te recibiste de biker”. Para él, esa frase refleja un desafío único. “Muchos del interior y del exterior vienen a Tucumán con esa meta. No es una carrera sencilla: dura horas, y la clave está en el vínculo con tu compañero. Es una competencia de a dos, única en su tipo”, explicó.

Marcantonio conoce bien la importancia de esa dupla. “Tenés que meterle energía a tu ‘cumpa’, enseñarle, ayudarlo, y él hace lo mismo con vos. A veces una palabra en el momento justo es clave. No hay muchas pruebas que generen ese lazo. En esta, el que te pasa te puede levantar si te caés, o vos a él. Es compañerismo puro”, destacó.

En la charla recordó anécdotas, como aquella vez que terminó una carrera sin silleta. “Me pegué un golpe tremendo, pero faltaba una vuelta y seguí hasta el final. Gané así, sin silleta. Creo que tengo suerte y que sé caerme porque practiqué muchos deportes: rugby, fútbol, básquet, tenis, motociclismo… siempre me gustaron los desafíos”.

A quienes correrán por primera vez, les dejó un consejo simple pero contundente. “Respeto. No te excedas de lo que podés hacer y respetá al que te pasa o al que vas a pasar. Avisá, sé claro. Así se evita que alguien se golpee”, sentenció.

Lo cierto; es que su amor por Tucumán tiene raíces profundas. “Cuando era chico, un maestro de vida, Ricardo Martínez Pastur, me enseñó a respetar y amar la naturaleza. Subíamos caminando a San Javier cuando ni siquiera había sendas. Eso me marcó para siempre”, contó.

La prueba, organizada durante muchos años por  Miguel y Betty de Kachurovsky, hoy es la más convocante de América en su modalidad. Según Marcantonio, un 70% de los corredores proviene de otras provincias o países, lo que implica un impacto turístico enorme. “Por cada corredor, vienen tres o cuatro acompañantes. Es el evento que más gente trae de afuera a Tucumán”, afirmó.

“Ojalá no llueva mucho; que todos se diviertan, disfruten y que nadie se golpee”: el pedido de Marcantonio para los que compitan el domingo

Aunque este año no competirá ni asistirá -los cumpleaños de su esposa, de su hija y de dos nietos lo retendrán en casa-, no deja de pensar en la carrera. “Claro que la voy a extrañar. La llevo dentro mío”, confesó. Y cerró con un deseo para el domingo: “Ojalá no llueva mucho; que todos se diviertan, disfruten y que nadie se golpee”.

El domingo, cuando los bikers tomen los senderos, habrá un hueco en la largada. Pero el espíritu del “Eternauta” seguirá pedaleando, escondido en cada curva y en cada aliento entre compañeros.