LA PAZ, Bolivia.- Los bolivianos, hartos de la crisis económica, reafirmaron la tendencia que marcaban las encuestas en la elección a presidente y a representantes al Congreso, para poner fin al ciclo de gobiernos de izquierda que inició Evo Morales.
Anoche se definió que Bolivia elegirá a su próximo presidente en una segunda vuelta entre dos candidatos de derecha, un senador que dio la sorpresa y un ex presidente, según proyecciones de Ipsos-Ciesmori y Captura Consulting: Rodrigo Paz, senador por Tarija (sur), quedó primero con más de 31% de los votos en los conteos rápidos. En segundo lugar aparece el ex mandatario Jorge Quiroga con el 27%.
Un país desabastecido de dólares y combustibles y con una inflación interanual de casi el 25%, la mayor en 17 años, fue a las urnas dispuesto a castigar al Movimiento Al Socialismo (MAS), que ha gobernado desde 2006, primero con Morales y luego con Luis Arce, hoy adversarios.
El millonario empresario Samuel Doria Medina, de 66 años, y el ex presidente Quiroga, de 65, partieron con holgada ventaja entre los ocho aspirantes. Prácticamente empatados en las encuestas, se preveía que ambos disputarían una segunda vuelta el 19 de octubre en un inédito duelo de derechas.
Elecciones en Bolivia 2025: giro a la derecha y balotaje entre Rodrigo Paz Pereira y Jorge "Tuto" QuirogaLa sorpresa fue el buen desempeño de Rodrigo Paz, que un par de horas después de empezado el conteo, recogía el 31,6% de los votos, frente a 27,1% de “Tuto” Quiroga y el 19,5% de Doria Medina. El oficialista Eduardo del Castillo y el izquierdista y jefe del Senado, Andrónico Rodríguez, quedaron rezagados.
La entrega de los primeros resultados, prevista para las 21, se demoró más de una hora, pero reportes de observadores y encuestas a boca de urna indicaban un seguro pase a segunda vuelta.
El MAS, el partido que fundó Morales, llevaba el 5% de los votos. Otra sorpresa fue la cantidad de votos nulos, 15,2%, quizás en respuesta al llamado de Evo a protestar porque se lo inhabilitó a postular a un cuarto mandato.
Más de 7,9 millones de bolivianos estaban llamados a elegir entre ocho candidatos presidenciales y a renovar el Congreso de 166 miembros, en un país donde el voto es obligatorio.
Subsidios
El cambio se sabía inminente ante la crisis que la mayoría achaca al gobierno de Arce. Durante su administración, Bolivia, otrora rico productor de gas, y con importantes recursos de litio por explotar, casi agotó sus reservas en dólares en los onerosos subsidios a los combustibles que llegan a los 11,3 millones de habitantes.
Elecciones en Bolivia: cerraron los comicios y comienza el recuento con dos candidatos de derecha como favoritosAl inicio de la jornada, era notoria la ausencia de votantes jóvenes. “Quiero un cambio. Creo que la izquierda nos ha hecho mucho daño (...) No hay trabajo, no hay gasolina, el mercado está recaro. Hay familias que la están pasando muy mal”, señaló Miriam Escobar, de 60 años, al votar en un colegio de La Paz.
Miguel Angel Miranda, un estudiante de 21 años, cree que después de dos décadas la gente se dio cuenta de que el socialismo “no funcionó”. “Va a costar un poco adaptarse a un nuevo modelo político”, comenta. Como él, muchos creen que es inevitable.
Paz y Quiroga agitan la ruptura. Sus propuestas confluyen: implantar una economía de mercado y desmontar el modelo que implantó el MAS.
Rodrigo Paz Pereira, nacido en 1967 en España, es hijo del ex presidente boliviano Jaime Paz Zamora. Licenciado en relaciones internacionales en USA, fue diputado, alcalde de Tarija y senador desde 2020 por Comunidad Ciudadana. Líder del grupo “Primero la Gente” su propuesta se centra en la transparencia y el desarrollo regional. Enfrenta acusaciones de irregularidades en obras públicas.
Elecciones presidenciales en Bolivia: la crisis económica y la inflación, los ejes que podrían debilitar al oficialismo por primera vez en dos décadasSu rival es un conocido de la política. Quiroga fue mandatario entre 2001 y 2002, cuando siendo vicepresidente asumió el poder en reemplazo de Hugo Banzer, un ex dictador de los 70 que luego fue elegido por el voto pero renunció al enfermar de cáncer.
Anticipa un remezón: “Vamos a cambiar todo, absolutamente todo. Son 20 años perdidos”.
Los analistas también vaticinan el golpe de timón. “No creo que la gente esté conscientemente diciendo que quiere un cambio ideológico” sino “que quiere estabilidad”, corrobora Daniela Osorio Michel, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales.