Pocos llevamos la cuenta de las veces en que consultamos el celular, pero este acto ya involuntario muestra números impactantes. Algunos estudios indicaron que miramos el teléfono una vez cada diez minutos, lo que suma una cifra de 100 "desbloqueos" en el día. Pero, ¿qué pasaría si hacemos todo lo contrario y abandonamos nuestro smartphone por tres días? Pues las investigaciones advierten que los efectos son asombrosos.

Por este motivo deberías apagar el celular al menos una vez a la semana

Ponerle una pausa al celular no solo nos dará lugar para ocuparnos de otros pendientes, sino que además, puede desencadenar efectos en nuestro cerebro impensados. Esto lo demostró un estudio realizado en la Universidad de Heidelberg, que buscó determinar cuáles eran las consecuencias de limitar el uso del teléfono por tres días en la química cerebral.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?

Los investigadores alemanes analizaron cuáles eran las modificaciones en las áreas vinculadas con la recompensa, la adicción y la motivación tras una restricción de 72 horas en el uso diario del smartphone. Para ello estudiaron a 25 adultos jóvenes de entre 18 y 30 años, todos usuarios habituales de teléfonos inteligentes. Los participantes fueron reclutados mediante folletos, carteles en el campus universitario, en el centro de la ciudad y anuncios en redes sociales.

Antes de iniciar la restricción, los voluntarios completaron cuestionarios para evaluar su estado de ánimo, hábitos de uso del teléfono y nivel de deseo o “antojo” por el dispositivo. Además, se descartó la presencia de problemas de salud mental y se midió la gravedad de posibles dificultades físicas, psicológicas y sociales relacionadas tanto con el uso del smartphone como de videojuegos. Tras esta primera evaluación, se realizó una resonancia magnética funcional (fMRI) para obtener imágenes de la actividad cerebral en estado basal.

Luego, se le pidió a cada uno limitar el uso del dispositivo a funciones estrictamente esenciales, como el trabajo, actividades diarias y comunicación con familiares o personas cercanas, durante un periodo de tres días. Al finalizar el periodo, se sometieron a una nueva resonancia magnética funcional mientras observaban diferentes tipos de imágenes: escenas neutras, teléfonos inteligentes encendidos y teléfonos apagados.

Cambios en las áreas de recompensa del cerebro

Según los resultados mencionados por Infobae, los escáneres cerebrales mostraron “cambios dependientes del tiempo en las regiones cerebrales que procesan la recompensa”. Los autores compararon este patrón con el observado en la adicción a sustancias o al alcohol.

El análisis detallado reveló que la restricción del uso del teléfono provocó alteraciones en áreas cerebrales asociadas con la dopamina y la serotonina, neurotransmisores fundamentales en la regulación del estado de ánimo, las emociones y los procesos adictivos.

Los investigadores señalaron que “la restricción de teléfonos inteligentes modula centros neuronales clave de redes de saliencia y recompensa”, y que estos cambios se relacionaron significativamente con la transmisión dopaminérgica y serotoninérgica. Además, se identificaron “asociaciones significativas entre la actividad de la corteza parietal y el ansia”.