Pareciera que la felicidad no es constante ni tampoco tan efímera como algunos pensarían, ni que depende de ascensos laborales, títulos o viajes. Para la ciencia, el bienestar emocional experimenta una tendencia: se ausenta por un tiempo, llega a un punto muy bajo y luego reaparece para traer satisfacción a la vida nuevamente.

La “crisis de los 20” reemplaza a la de los 40 en el nuevo mapa de la infelicidad

La felicidad fluctúa a lo largo de la vida y aparenta ir más allá de los malos momentos sino que depende de las etapas de la vida. Esto lo definió la investigación realizada por el National Bureau of Economic Research (NBER). A partir de los datos analizados de 130 países diferentes descubrieron el rumbo de la satisfacción: en la mayor parte del mundo comenzaba a disminuir a los 18 años.

El punto más bajo de la felicidad

Para los estudiosos, no se trata de una casualidad que la felicidad se ausente a esa edad. Los 18 años es una etapa de cambio profundo, donde las personas comienzan a tener más responsabilidades, sus decisiones son cada vez más críticas y la autoexigencia se vuelve más pesada. Así, ser optimista se vuelve más complicado en esta etapa.

Y la disminución se prolonga por un largo tiempo, aunque de forma paulatina. De acuerdo con los estudiosos, la satisfacción toca fondo a los 47 años, que coincide con la llamada crisis de mediana edad. Esta es una fase caracterizada por el aumento de la incertidumbre, ansiedad y cuestionamiento personal y está influenciada por los intentos de balancear la vida familiar con la personal y los cambios físicos.

¿Cuándo volvemos a ser felices de nuevo?

Llegar a la mitad de la vida puede suponer para muchas personas un momento de conflicto e insatisfacción. Pero el punto más bajo no dura mucho tiempo. Los 50 años son la etapa donde la felicidad repunta e incluso los adultos mayores presentan los mismos niveles de alegría que en la niñez.

Este incremento se debe a una mayor madurez emocional que se logra en esta etapa de la vida, así como la aceptación de los límites personales, ya que con el tiempo, muchos individuos tienden a dejar de intentar superar expectativas inalcanzables para poder disfrutar el tiempo de calidad y sus vidas.​