PARÍS, Francia.- El nuevo primer ministro francés, Sébastien Lecornu, prometió una “ruptura” con sus predecesores, al asumir como quinto jefe de gobierno desde 2024, en plenas protestas contra el presidente Emmanuel Macron que dejaron cientos de detenidos.
Sus primeras horas en el cargo estuvieron marcadas por bloqueos y manifestaciones, organizados a través de la redes sociales, que dejaron 540 detenidos, casi la mitad en París, según las autoridades. Varias ciudades vivieron choques con la policía, que empleó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. En París, un edificio se incendió durante una intervención policial, según la fiscalía.
Los casi 197.000 manifestantes en Francia, según cifras oficiales, reclamaron “servicios públicos que funcionen, más impuestos a los ricos y menos a los pobres, un reparto más justo de la riqueza”, resumió Jean-Baptiste, un trabajador de 30 años que protestó en París. El desencadenante fue el presupuesto para 2026 que el ex primer ministro François Bayrou quería aprobar antes de caer el lunes ante el Parlamento. Ese plan preveía recortes por 44.000 millones de euros (51.600 millones de dólares) y la supresión de dos días feriados.
Francia: terror en Marsella por un ataque con cuchilloLa principal misión de su sucesor será elaborar estos presupuestos, teniendo en cuenta que no existen mayorías en el Parlamento para sanear las arcas públicas, con una deuda que ronda el 114% del PIB. “Se necesitarán rupturas y no sólo en la forma (...), también en el fondo”, aseguró Lecornu durante la ceremonia de traspaso del poder, dejando entrever un posible cambio en las políticas y en las formas de gobernar desde la elección de Macron en 2017.
“Más creativo”
Sin dar detalles, el político de 39 años prometió ser “más creativo” y “más serio en la manera de trabajar con las oposiciones”. “Lo conseguiremos”, “ningún camino es imposible”, agregó.
El oficialismo carece de mayoría estable desde 2024, cuando Macron abrió una profunda crisis política con un fallido adelanto electoral que dejó una Asamblea Nacional (cámara baja) dividida en tres bloques: izquierda, centroderecha gobernante y ultraderecha.
Desde entonces, los diputados tumbaron los gobiernos del conservador Michel Barnier en diciembre y del centrista Bayrou el lunes. El centroderechista Lecornu, un hombre de confianza de Macron, tampoco parece convencer. Un 69% de los franceses estiman que su designación “no corresponde con sus expectativas”, según un sondeo de Odoxa-Backbone. “Es una bofetada que nos está dando” el presidente, aseguró Florent, un manifestante en Lyon.