Franco Colapinto afronta el Gran Premio de Bakú con la intención de dar un giro a una temporada complicada en la Fórmula 1. Los malos resultados lo mantienen en el fondo de la tabla y lo obligan a convivir con rumores sobre su continuidad, aunque él prefiere enfocarse en el aprendizaje y en aprovechar cada oportunidad dentro de la categoría.
En diálogo con ESPN, el bonaerense minimizó las versiones que circulan sobre su futuro. “No me afecta el ruido externo. Siempre hay expectativas y críticas cuando las cosas no salen, pero trato de controlarlo”, señaló. Colapinto reconoció que su equipo atraviesa un año difícil: “Estamos últimos y no sumamos puntos, pero lo importante es seguir progresando y ser más consistente. Sé que vendrán circuitos mejores”.
Sus últimas actuaciones muestran señales de crecimiento, pese a manejar un A525 que muchos catalogan como el coche menos competitivo de la parrilla. Según trascendió, salvo un imprevisto, su lugar en Alpine para 2026 estaría asegurado como compañero de Pierre Gasly.
En la zona mixta insistió en que no le preocupan los trascendidos: “Estoy acostumbrado, es parte de la Fórmula 1. Trabajo bien con el equipo, eso me deja tranquilo”.
Colapinto espera que el GP de Bakú sea el punto de partida
Colapinto también analizó el desafío técnico de Bakú, un trazado urbano donde el margen de error es mínimo. “La clave es la confianza, sentir que el auto hace lo que le pedís. Ese feeling te permite pasar cerca de los muros sin pensarlo demasiado”, explicó.
El recuerdo de 2024 lo acompaña. En su segunda carrera con Williams alcanzó la Q3 y terminó octavo, sumando sus primeros puntos en la F1. “Fue especial, me trae buenos recuerdos volver acá”, rememoró.
En cuanto al presente advirtió sobre las limitaciones de su monoplaza: “Con la recta larga nos va a costar, pero intentaremos buscar cada detalle para acercarnos a lo que queremos”, concluyó.