Carlos “Ogro” Abeldaño dio anoche el gran salto de su vida futbolística: debutó en la Primera de Atlético nada menos que frente a River, en el estadio Monumental. El delantero tucumano, que venía de destacarse en la Reserva con seis goles, firmó su primer contrato profesional en agosto y, tras la partida de Mateo Coronel, se transformó en una de las principales apuestas del “Decano” para el futuro inmediato.
Su estreno se produjo en lugar de Leandro Díaz y quedó marcado por una imagen que emocionó a todos: su padre, desde la platea baja del Monumental José Fierro, siguió con orgullo el ingreso de su hijo. Tenía la camiseta de la primera convocatoria de “Ogro”, aquella frente a Newell’s, como un símbolo de fe y perseverancia.
“Siento un orgullo terrible. Somos gente humilde, de trabajo, que venimos de abajo. Hubo mucho sacrificio hasta ahora. Solo Dios sabe todo lo que pasamos. Mi hijo es un David porque es el pequeño David contra un gran gigante. Y la vida es un gigante, y él la va a pelear. La profecía se cumplió. La palabra se cumplen”, expresó Carlos Abeldaño, su padre, en diálogo con TNT, emocionado hasta las lágrimas.
La historia de Abeldaño se acelera a pasos agigantados. En pocos meses pasó de ser goleador en Reserva a profesional del club de sus amores y ahora ya suma sus primeros minutos en Primera. Una carrera que recién empieza y que promete ser una de las grandes ilusiones de los hinchas “decanos”.