La incertidumbre se apoderó de los pasillos de La Ciudadela. Luego de la eliminación frente a Deportivo Morón por el Reducido de la Primera Nacional, el clima en San Martín es de silencio, dudas y preocupación. El sueño del ascenso volvió a quedar trunco y, mientras la herida deportiva aún duele, el club atraviesa un momento decisivo en el plano institucional.
Tras el empate sin goles en el “Nuevo Francisco Urbano” que selló el final de la temporada, el plantel regresó a Tucumán y, en medio del desconcierto, Rubén Moisello rompió el silencio. El presidente del “Santo” habló con LG Play y confirmó lo que ya se intuía. “Vamos a reunirnos de urgencia con los integrantes de la comisión directiva para definir los pasos a seguir”. Pocas horas después, se conoció que la actual conducción daría un paso al costado y convocaría a elecciones para elegir a las nuevas autoridades.
El anuncio marcó un punto de inflexión. La gestión encabezada por Moisello, que había asumido con la ilusión de concretar el regreso a Primera, terminó golpeada por una campaña irregular, un cierre sin resultados y un clima de desgaste interno.
Mientras en las oficinas del complejo “Natalio Mirkin” se preparan para el llamado electoral, también hay movimientos en el plano futbolístico.
Mariano Campodónico, se refirió a su futuro en la zona mixta del estadio del “Gallito”. “Tengo contrato por un año. Si la dirigencia toma otra decisión, me lo hará saber. Mi sueño era dirigir este club y estoy feliz de estar acá”, señaló el técnico, que ya comenzó a diagramar lo que podría ser el nuevo proyecto deportivo.
Aun así, la continuidad de Campodónico dependerá de las resoluciones que adopte la futura comisión directiva. Por ahora, el entrenador mantiene la calma y, junto con su cuerpo técnico, definió licenciar al plantel hasta nuevo aviso.
Los jugadores, golpeados por la eliminación, fueron liberados y esperan que en las próximas semanas se establezca una fecha para la vuelta a los entrenamientos. La idea es no perder ritmo competitivo, aunque todo quedará supeditado a las decisiones institucionales.
En paralelo, los teléfonos no dejan de sonar en Bolívar y Pellegrini. Representantes y dirigentes analizan contratos, préstamos y vencimientos. San Martín deberá reestructurar buena parte del plantel: varios futbolistas finalizan su vínculo a fin de año y otros aguardan resolver su situación.
Entre los que tienen contrato vigente aparece Darío Sand, figura y referente del grupo, quien renovó su vínculo hasta diciembre de 2027. El arquero, clave en el arco durante todo el torneo, había extendido su continuidad en julio del año pasado, antes del partido frente a San Miguel por la fecha 23.
En la lista de jugadores que seguirían porque tienen contrato (a menos que la nueva CD decida lo contrario) figuran Jesús Soraire, Nicolás Castro y Aaron Spetale.
Estos dos últimos llegaron en el mercado de invierno y alternaron rendimientos dispares: el ex Atlético jugó 13 partidos, y aportó un gol y una asistencia; mientras que el delantero tuvo 12 presencias (la mayoría desde el banco) y marcó un tanto frente al “Trueno Verde” en Los Polvorines.
El panorama cambia al analizar los casos de aquellos futbolistas cuyos contratos vencen con el cierre del torneo.
En esa nómina aparecen Hernán Zuliani, Mauro Osores, Franco Quiroz, Federico Murillo, Axel Bordón, Matías García, Leonardo Monje, Mauro González, Gabriel Hachen, Juan Cuevas, Juan Cruz Esquivel, Franco García, Martín Pino y Nahuel Cainelli, entre otros. Será tarea de la nueva conducción definir quiénes continuarán y quiénes deberán buscar nuevos horizontes.
En el caso de “Wachi”, su situación tiene una particularidad: pertenece a Cobresal de Chile hasta 2027, aunque San Martín mantiene una opción de compra que podría ejecutar si considera que el jugador debe seguir en el plantel.
Los tucumanos, una base probable
Por su parte, varios futbolistas tucumanos terminan su contrato en diciembre, aunque, como sucedió en los últimos años, podrían renovar sin mayores dificultades. Todo dependerá del nuevo proyecto deportivo y de las posibilidades económicas del club.
En La Ciudadela se respira un aire de final de etapa. San Martín quedó otra vez a mitad de camino y la sensación general es de agotamiento. La comisión directiva saliente deberá organizar un proceso electoral que devuelva estabilidad, mientras el plantel y el cuerpo técnico aguardan definiciones. En el horizonte, el desafío será doble: recomponer la estructura dirigencial y reconstruir un equipo competitivo que le devuelva al pueblo “santo” la ilusión del ascenso.