La llegada de Wegovy® (semaglutida 2,4 mg inyectable) al país marca un antes y un después en el tratamiento de la obesidad. La Anmat aprobó su uso y comercialización como parte de un abordaje integral que combina medicación, dieta, actividad física y acompañamiento profesional.

Desarrollada por el laboratorio danés Novo Nordisk, la semaglutida demostró en estudios clínicos una reducción promedio del 17% del peso corporal en pacientes con obesidad o sobrepeso, y hasta un 20% en un tercio de los casos. Su mecanismo de acción consiste en disminuir el apetito y aumentar la sensación de saciedad, lo que facilita una menor ingesta calórica. Además, ofrece beneficios metabólicos y cardiovasculares comprobados.

La droga está indicada para adultos con índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30, o desde 27 cuando existe una enfermedad asociada como diabetes tipo 2, hipertensión o dislipidemia. También puede utilizarse en adolescentes mayores de 12 años con un IMC por encima del percentil 95 y un peso superior a 60 kilos.

“Cuidemos a la maravillosa semaglutida pero sepamos que sin cambios en el estilo de vida no sirve. Su uso tiene sentido en el marco de un seguimiento profesional, con alimentación adecuada y ejercicio físico”, advirtió el médico nutricionista Alberto Cormillot, quien destacó los efectos antiinflamatorios de la droga y su impacto positivo en la salud cardiovascular, renal y cerebral.

Cómo funciona Wegovy, la nueva droga para bajar de peso

“La obesidad es una enfermedad crónica”, afirmó Cormillot, y recordó que seis de cada diez adultos en la Argentina presentan sobrepeso u obesidad, condiciones asociadas a más de 200 complicaciones, entre ellas diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades hepáticas. A nivel global, la OMS estima que una de cada ocho personas vive con obesidad.

Lo que debe hacerse

“El mejor camino para controlar el peso comienza con una consulta profesional. La semaglutida es una herramienta valiosa, pero no sustituye la educación alimentaria, la actividad física, el sueño ni la gestión emocional”, explicó la médica especialista en nutrición Mónica Katz, expresidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición.

“Estas personas cambian su salud, cambian su vida, logran un cuerpo cómodo y realmente es un privilegio poder contar con este tipo de fármacos cuando un paciente se acerca con esa problemática al consultorio”, añadió Katz, al subrayar que las nuevas terapias deben integrarse en un plan sostenible y personalizado.

Los estudios clínicos y la experiencia de consultorio confirman su eficacia: la droga no sólo ayuda a bajar de peso, sino que también reduce el ruido alimentario y mejora el bienestar mental y la calidad de vida de los pacientes.

Un aliado

Desde el ámbito cardiovascular, el cardiólogo Ernesto Duronto, jefe de la Unidad Coronaria de la Fundación Favaloro, considera a Wegovy un avance sin precedentes.

“Estamos muy contentos con la aparición de esta droga. La semaglutida en esta dosis ha mostrado reducir los eventos cardiovasculares mayores: baja el riesgo de infarto, de muerte cardiovascular, de accidente cerebrovascular y también disminuye la necesidad de cirugías cardíacas o de colocación de stents coronarios”, explicó Duronto.

Wegovy actúa imitando la acción de una hormona que regula el apetito. Su administración semanal genera saciedad prolongada, lo que contribuye a una menor ingesta calórica y, en consecuencia, a la pérdida de peso. “Contribuye a una reducción promedio del 17% del peso corporal, y en algunos casos, hasta del 20%”, destacó el especialista.

Pero su efecto no se limita al control del peso. Según Duronto, el tratamiento permite también mejorar otros factores de riesgo. “Al bajar de peso, los pacientes reducen la necesidad de tomar medicación para la presión y el colesterol. En muchos casos se logra disminuir o suspender esos fármacos”, indicó. Además, tiene un impacto preventivo sobre la diabetes tipo 2. “Entre los pacientes con obesidad tratados, un 70% dejó de desarrollar diabetes”, agregó.

El fármaco fue evaluado en el estudio SELECT, uno de los ensayos clínicos más grandes realizados en pacientes con obesidad o sobrepeso y antecedentes cardiovasculares. “Los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir semaglutida 2.4 mg semanal o placebo. Luego de tres años de seguimiento, se observó una reducción del 20% en los eventos cardiovasculares mayores. Es un resultado enorme, porque hasta ahora ningún tratamiento para la obesidad había logrado reducir el riesgo cardíaco en pacientes no diabéticos”, señaló Duronto.

En cuanto a los efectos adversos, los más frecuentes son náuseas leves, sobre todo al inicio del tratamiento. “Esto se debe a que la droga actúa enlenteciendo el vaciamiento gástrico, lo que genera sensación de saciedad. Con el tiempo, esa molestia desaparece y la dosis se puede ajustar progresivamente hasta alcanzar los 2.4 mg”, explicó.

Si bien Wegovy puede indicarse desde los 12 años de edad, el cardiólogo aclaró que su uso en prevención cardiovascular está orientado principalmente a pacientes mayores de 45 años con antecedentes cardíacos, que además presentan obesidad o diabetes. Para Duronto, esta nueva droga representa una innovación clave en el campo de la cardiología. “Es una herramienta fundamental para reducir el uso de insulina y, sobre todo, para prevenir nuevos infartos, que es nuestro principal objetivo”, concluyó.