El reality de internet llamado "La casa de los gemelos" fue montado por los streamers de "Zona Gemelos". Los hermanos españoles de Getafe generaron una audiencia masiva y viral, pese a que el programa fue cancelado a pocas horas de su inicio. Suficientes para generar picos de hasta 150.000 espectadores conectados simultáneamente a través de plataformas como YouTube.
La estimación total es que, en 24 horas, más de 1 millón de espectadores siguieron el programa. Sin estar en ninguna plataforma, "La Casa de los gemelos" sigue presente y trasciende hasta otros campos, como el de psicología.
En España, tanta convocatoria por lo que se vio generó preocupación. El debate se abrió: qué significa que la gente "se enganche" con contenido violento y agresivo.
La prueba de los hermanos fue morbosamente exitosa al encerrar a diferentes tiktokers, elegidos por su historial conflicitiva. Esa convivencia transmitida en directo disparó las visualizaciones en el poco tiempo que duró.
Violencia permanente, insultos, sexo, alcohol y hasta supuestas drogas obligaron a cancelarlo, no sin antes generar tendencia en redes sociales.
Mercedes Bermejo, una de las psicólogas sanitarias más reconocidas de España, tomó como objeto de análisis a "La casa de los gemelos". “Este tipo de contenido atrae porque combina varios elementos muy potentes como son el morbo, la curiosidad, la emoción y la inmediatez. Los formatos streaming generan una sensación de participación y de pertenencia al grupo. Los espectadores se sienten parte de algo que está ocurriendo en directo y sin filtros”, comentó la directora de Psicólogos Pozuelo.
Desde el punto de vista neurológico, la psicóloga consultada por la web Cuidate Plus, apuntó que el córtex prefrontal, que es el área cerebral que se ocupa del control de los impulsos, del pensamiento crítico y de la autorregulación, no termina de madurar hasta aproximadamente los 25 años.
Si alguien en ese periodo está expuesto a imágenes desestabilizadoras habrá consecuencias. “Lo que al principio puede impactar, con el tiempo se normaliza. La violencia llega a deshumanizar y cuando se presenta como un entretenimiento, se diluye la percepción del daño”, explicó la psicóloga. La empatía y la conexión emocional con personas que pueden estar sufriendo se neutraliza.
“Eso es preocupante sobre todo entre los más jóvenes, que aún están construyendo su escalada de valores, desarrollando y entrenando ese córtex prefrontal”, lamenta Bermejo. El efecto tipo "contagio” normaliza la crueldad.
Por otra parte, la especialista apunta a la influencia de los concursantes del reality: “Transmiten el mensaje de que ‘todo vale y está bien’ y ponen el valor en algo que daña las relaciones y los vínculos humanos”. De este modo, se generan modelos aspiracionales, vacíos y basados en la transgresión y la agresividad, como el de "La casa de los gemelos".