A un tren de carga del Ferrocarril Belgrano que circulaba hacia Metán se le desprendieron dos vagones a la altura de la Curva de los Vega y uno de ellos terminó su viaje violentamente en la esquina de Corrientes y Marco Avellaneda.

Fue en la siesta del sábado 30 de julio de 1960. El tren había salido de la estación Central Córdoba a las 14 con 18 vagones que llevaban 534 toneladas de mercadería en general. Al llegar al apeadero Curva de los Vega -unos nueve kilómetros al noroeste de San Miguel de Tucumán- se desprendieron dos vagones, uno de los cuales era el furgón de los guardas.

Ambos se deslizaron en bajada por la vía hacia el sureste. Uno de ellos fue frenado y descarriló a la altura del apeadero el Empalme. El vagón de guardas pasó a las 15.15 por ahí y siguió deslizándose. Dentro estaba el guarda Damián Flores, quien tiraba infructuosamente el freno de mano para tratar de detener el vagón, que fue desviado hacia “vía muerta” y se detuvo con gran estruendo en la esquina de Corrientes y Marco Avellaneda.

Por fortuna no hubo víctimas. Los vecinos salieron asustados a ver el accidente.

Flores resultó con lesiones de poca importancia y con un corte de 10 centímetros en la mano izquierda. Pero sufrió un paro cardíaco y falleció a las 18.10, cuando lo atendían en el Policlínico Ferroviario.